Un joven de 15 años, acusado de matar a una mujer de 39 con la que mantenía relaciones

Un muchacho de 15 años, Ángel G., estudiante de segundo de BUP, ha ingresado en un reformatorio acusado por la Guardia Civil de haber dado muerte a puñaladas a una mujer de 39 años, enfermera en paro, con la que mantenía relaciones amorosas. El homicidio se produjo en Fuenlabrada (Madrid) el pasado sábado, a primera hora de la tarde. El joven, que había regresado de vacaciones el día anterior, apuñaló a la víctima, María Ángeles de la Fuente, después de mantener una violenta discusión. Ángel cumplirá la mayoría de edad penal, 16 años, dentro de seis días. Quería dar por terminadas sus relacion...

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Un muchacho de 15 años, Ángel G., estudiante de segundo de BUP, ha ingresado en un reformatorio acusado por la Guardia Civil de haber dado muerte a puñaladas a una mujer de 39 años, enfermera en paro, con la que mantenía relaciones amorosas. El homicidio se produjo en Fuenlabrada (Madrid) el pasado sábado, a primera hora de la tarde. El joven, que había regresado de vacaciones el día anterior, apuñaló a la víctima, María Ángeles de la Fuente, después de mantener una violenta discusión. Ángel cumplirá la mayoría de edad penal, 16 años, dentro de seis días. Quería dar por terminadas sus relaciones pero la mujer se oponía. Según ha declarado el presunto homicida, le había amenazado con contarlo todo a sus padres.Una vecina del número 13 de la calle de Bélgica descubrió a María Ángeles de la Fuente en el descansillo, a las 14.30. Había recibido varias puñaladas y sufría abundante pérdida de sangre, aunque logró arrastrarse fuera de su vivienda para pedir auxilio. La mujer fue trasladada a un dispensario de la Cruz Roja y luego al hospital de la vecina localidad de Móstoles, donde ingresó cadáver.

La Guardia Civil, que se hizo cargo de las investigaciones, comprobó que no se había producido robo en la vivienda de la fallecida. Los rastros de sangre se iniciaban en la cocina. La agresión, por tanto, había sido perpetrada por al guien que gozaba de la confianza de la víctima. Dos horas después, un rastro de sangre desde el séptimo piso del inmueble hasta el cuarto del ascensor permitió des cubrir oculto allí a Ángel G., vecino del mismo inmueble. Vestía unos calzoncillos. El resto de la ropa la había lavado para eliminar restos de sangre y la había guardado en un macuto. La declaración del muchacho permitió localizar una navaja y unas tijeras, ocultas en el cuarto del ascensor.

El presunto homicida manifestó ante los investigadores que mantenía relaciones con la mujer, separada de su marido y madre de dos hijos de 8 y 12 años, aproximadamente desde hace un año. Había decidido interrumpir sus encuentros, pero María Ángeles de la Fuente se negaba. El sábado reiteró a la mujer su deseo, pero ésta le amenazó con revelar su relación a los padres del muchacho, con los que mantenía amistad.

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