Entrevista con el director general de la BBC

TIEMPOPregunta: Tanto el presidente de la BBC como el Consejo de Gobernadores aseguraron que el programa En el filo de la unión fue suspendido no por los ruegos de Margaret Thatcher y su ministro del Interior, sino porque el programa es demasiado suave con el terrorismo. ¿Usted acepta esa crítica, que entra dentro de su responsabilidad?

Respuesta: Tanto yo como mis colaboradores directos, el Consejo de Directores

, intentamos en vano hasta un día antes de que tuviera que efectuarse la transmisión de ese programa que el Consejo de Gobernadores revocase su proh...

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TIEMPOPregunta: Tanto el presidente de la BBC como el Consejo de Gobernadores aseguraron que el programa En el filo de la unión fue suspendido no por los ruegos de Margaret Thatcher y su ministro del Interior, sino porque el programa es demasiado suave con el terrorismo. ¿Usted acepta esa crítica, que entra dentro de su responsabilidad?

Respuesta: Tanto yo como mis colaboradores directos, el Consejo de Directores

, intentamos en vano hasta un día antes de que tuviera que efectuarse la transmisión de ese programa que el Consejo de Gobernadores revocase su prohibición de transmitirlo,( ... ) Yo acordé con el Consejo de Directores que la intención del programa era correcta y que quienes elaboraron el material cumplieron con su deber. Es verdad que compartí con mis colegas que podían y debían ser hechos algunos retoques al programa, con el propósito de ganar en claridad, pero sin que esto afectaba para nada la integridad del mismo. P.: ¿Se puede explicar en pocas palabras esa política?

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R.: Esta política incluye tanto la investigación como la explicación de los puntos de vista y motivos de aquellos que desarrollan activida des terroristas. Muchas veces, la mejor cobertura sobre un tema es hacer hablar directamente a sus propios protagonistas a través de entrevistas personales. En el programa en entredicho se incluían entrevistas tanto a un lider del Sinn Feinn, Martin McGuiness, cómo a Gregory Campbel, opositor tanto en política como en religión, miembro del Partido Unionista Democrático.( ... )

P.: Algunos ex directores de la cadena de televisión pública denunciaron estos días que las duras advertencias hechas a la BBC por Margaret Thatcher y el ministro del Interior, Leon Brittain. Habían sido adoptadas por la mayoría de los gobernadores, porque muchos de ellos son partidarios del Gobierno. ¿Cómo se puede compatibilizar eso con la independencia de la BBC?

R.: Mis directores y yo hemos dejado claro, y lo reitero una vez más, qué es lo que nosotros requerimos de los que trabajan y de los que sostienen la BBC. Sobre todas las cosas, y en todos los temas que abordamos, buscamos la verdad informativa. Algo que ha sido tradición de la BBC, de la que nos sentimos orgullosos, trasciende a particulares puntos de vista de cualquiera de sus directivos o de cualquiera de sus gobernadores y a cualquier presión externa.

P.: Leon Brittain y la primera ministra rechazaron las acusaciones de que sus comentarios y advertencias sobre las repercusiones que podría tener la proyección del programa implicaran una censura. ¿Usted acepta esos descargos?

R.: En la entrevista que mantuve con el ministro Leon Brittain recibí garantias de que la BBC no sería censurada. El ministro aclaró asimismo que sus comentarios sobre el programa que finalmente se canceló habían sido mal interpretados. Pero claro, cuando un comentario se efectúa acompañado por una petición directa de un ministro de la Corona de que se levante el programa, debe asumirse que el Gobierno está intentando dictar una determinada política sobre programación. Y en ese sentido debe quedar bien claro que la BBC resistirá firmemente todo tipo de presión.

P.: La aceptación del Consejo de Gobernadores de levantar el programa provocó una huelga de veinticuatro horas de todas las radios y canales de televisión del país. ¿El Gobierno era consciente de esa sensibilidad de los medios periodísticos?

R.: No, creo que la situación llegó mucho más lejos que lo que el señor Brittain preveía.

P.: ¿No se ha sentido desautorizado con la decisión de la Junta de Gobernadores? R.: En el momento de comenzar este incidente yo me encontraba de vacaciones( ... ) Mis directores tuvieron la primera discusión con los gobernadores durante mi ausencia, ( ... ) y el día seis de este mes tuvo lugar otra nueva reunión en la que yo estuve presente. El Consejo de Gobernadores volvió a ratificar su anterior postura. Yo consideré en ese momento, con mis colaboradores, la posibilidad de renunciar, pero finalmente vimos que había demasiado trabajo por hacer y que no había lugar para renuncias. Por otro lado, el presidente de la BBC me dio garantías de que no se aceptarían presiones ni censuras, y el Consejo de Gobernadores me devolvió el control de la programación que me confiere mi cargo de director en jefe. Los gobernadores aceptaron igualmente que ellos no verián los programas antes de ser transmitidos.

P.: ¿Esto podría permitirle a usted en este momento decidir que En el filo de la unión sea finalmente transmitido después de tanto ruido?

R.: Sí, evidentemente. Ahora queda bajo mi responsabilidad decidir cuál es el momento oportuno para que el programa salga al aire. No se puede esperar que esto se produzca de inmediato, dado que con mis directores acordamos que se la hagan algunos añadidos para clarificar aún más el tema de la violencia en Irlanda del Norte.(...)

P.: ¿Y qué sucedería si los gobernadores deciden no aceptar el programa En el filo de la unión, enmendado, e impiden nuevamente su transmisión?

R.: Yo he sido ratificado en mi cargo de director general por el presidente y los gobernadores, y quedó claro que no se producirían interferencias ni se aceptarían presiones de ningún tipo. Si esto no fuera respetado, mi renuncia y la del Consejo de Directores serán puestas sobre la mesa.(...)

26 de agosto

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