Los fichajes madridistas destaparon el tarro de sus esencias ante un rival que dejó jugar

El Real Madrid, por fin, se destapó y lo hizo precisamente en Barcelona, aunque no ante su rival natural, el Barça, sino ante uno más modesto, el Español. Ni Ramón Mendoza, presidente del Real Madrid, ni el técnico Luis Molowny, ni mucho menos sus jugadores, lo habían preparado de antemano. Simplemente, salió porque tenía que salir. Porque algún día debían destapar el tarro de sus esencias los fichajes millonarios del club y más si contaban con la colaboración desinteresada del contrario, que pareció jugar a que se exhibiera el rival.El Español colaboró con creces a que el conjunto madr...

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El Real Madrid, por fin, se destapó y lo hizo precisamente en Barcelona, aunque no ante su rival natural, el Barça, sino ante uno más modesto, el Español. Ni Ramón Mendoza, presidente del Real Madrid, ni el técnico Luis Molowny, ni mucho menos sus jugadores, lo habían preparado de antemano. Simplemente, salió porque tenía que salir. Porque algún día debían destapar el tarro de sus esencias los fichajes millonarios del club y más si contaban con la colaboración desinteresada del contrario, que pareció jugar a que se exhibiera el rival.El Español colaboró con creces a que el conjunto madridista se adjudicara el Trofeo Ciudad de Barcelona y a que los miles de aficionados madridistas comenzaran a soñar. Pero, como muy bien dijo, Mendoza. "Ni somos tan petardos ni tampoco unos artistas". Y es que la fábrica blanca todavía está en obras, pero desde anoche ya no tiene la presión psicológica de una pretemporada catalagoda por todos de decepcionante tras los resultados que ha ido alcanzando.

A un equipo con individualidades de la talla de Butragueño, Hugo Sánchez o Juanito es una locura jugarle relajado y marcando por zonas. Pero el sistema de juego que implantó el Barcelona la pasada temporada está de moda y el Español se empeñó en imitarlo con muy poco éxito en la noche de ayer, en la que, por primera vez en esta pretemporada, se enfrentó a un contrario de cierta envergadura.

Sin presionar en el centro del. campo, sin apoyo y desdoblamiento en defensa, los blanquiazules del entrenador Xabier Azkargorta parecían paralíticos cuando el Madrid iniciaba un contraataque. Tanta facilidad se tradujo en el marcador entre el delirio de un público que le gritaba a El Buitre, "eres el Maradona del fútbol español, pero en rubio".

Pero ese público no se dio cuenta de que un pequeño jugador como García Pitarch le birló limpiamente un balón por alto al larguirucho Maceda y marcó un precioso gol de cabeza, ni de los gritos del guardameta Agustín pidiendo a sus compañeros que se organizaran en defensa, porque eso de las zonas tampoco le va a este Madrid. La borrachera de goles ocultó las lagunas en el juego de uno de los aspirantes al título de Liga. Por otra parte, algo lógico y normal a estas alturas.

Por no enterarse, los aficiona dos ni siquiera advirtieron, la metamorfosis de un Juanito que, quizá motivado por tanto fichaje millonario, persigue a los defensas contrarios hasta el banderín de esquina.

Español y Madrid jugaron tan solo un encuentro amistoso. La Liga será otra cosa. Ni unos ni otros se darán la mano al resbalar sobre el césped o después de una entrada poco ortodoxa. Ambos equipos todavía no tienen las ideas claras y, especialmente, los blanquiazules que fallaron lamentablemente en todas su líneas.

Lo único claro de anoche es que el nuevo Madrid de Ramón Mendoza ya comienza a respirar. Su esquema de juego se basará en marcajes individuales en defensa y medio campo, para luego dar rienda suelta a la imaginación de los Butragueño, Hugo Sánchez y Juanito. Un día inspirado de cualesquiera de estos tres hombres, con la ayuda de Gordillo desde el centro del campo, pueden destrozar al contrario.

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