El juez Lerga cree que Ruiz-Mateos se entregará a la justicia española

El magistrado Luis Lerga, juez de delitos monetarios, encargado del caso Rumasa, cree que dos de los principales implicados, José María Ruiz-Mateos y Carlos Quintás, pueden volver a España voluntariamente en breve plazo, según manifestó a un redactor de este periódico durante una conversación relativa a su posible cese al frente del juzgado. Sin embargo, el ex presidente de Rumasa descartó ayer una iniciativa suya en ese sentido.

Ruiz-Mateos declaró por teléfono desde Francfort que es probable que las autoridades alemanas lo envíen a España este mes o el mes de septiembre, pero en ese c...

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El magistrado Luis Lerga, juez de delitos monetarios, encargado del caso Rumasa, cree que dos de los principales implicados, José María Ruiz-Mateos y Carlos Quintás, pueden volver a España voluntariamente en breve plazo, según manifestó a un redactor de este periódico durante una conversación relativa a su posible cese al frente del juzgado. Sin embargo, el ex presidente de Rumasa descartó ayer una iniciativa suya en ese sentido.

Ruiz-Mateos declaró por teléfono desde Francfort que es probable que las autoridades alemanas lo envíen a España este mes o el mes de septiembre, pero en ese caso sólo le deberían juzgar por dos de los delitos de los que está acusado.Ruiz-Mateos dijo también que si le aseguraran un juicio justo se presentaría en el acto y expresó su temor de que, en caso de que le concedan la extradición, las autoridades españolas no se limiten a juzgarle por los delitos objeto de la misma.

Respecto a su posible cese en el mes de septiembre, el magistrado señaló que es un requisito de la nueva ley orgánica del Poder Judicial. Por exigencias de la ley, el presidente de la Audiencia Nacional, Rafael de Mendizábal, en nombre del Consejo General del Poder Judicial, le preguntó si deseaba continuar en comisión de servicio en el juzgado, situación que está prevista en la ley, a lo que respondió categóricamente que no le interesaba.

Luis Lerga señaló que el Juzgado de Delitos Monetarios le tiene en una tensión emocional muy fuerte y que ni desde el punto de vista personal ni profesional le compensa continuar al frente del mismo. "Si yo he permanecido aquí ha sido por servir a mis semejantes". El magistrado añadió que es consciente de la trascendencia de las causas que tiene encomendadas y que se tramitan en el juzgado, y que no quiere que su posible cese se interprete como una huida o miedo a sus responsabilidades; por eso ha insistido ante Mendizábal que aceptaría de buen grado continuar en el juzgado en el caso de que el Consejo considerara que su permanencia es necesaria.

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