España firma el convenio europeo contra la violencia en el fútbol

Los ministros de Deportes de los 21 países miembros del Consejo de Europa, reunidos ayer en sesión de urgencia en Estrasburgo, aprobaron por unanimidad, salvo la abstención de Suiza, un nuevo "convenio europeo sobre la violencia de los espectadores durante manifestaciones deportivas y, especialmente, en encuentros de fútbol". El convenio, que ha sido negociado, elaborado y aprobado en menos de 15 días, un auténtico récord para cualquier acuerdo internacional, será aplicado voluntariamente por los Estados firmantes, entre ellos España, antes del inicio de la temporada. El representante de S...

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Los ministros de Deportes de los 21 países miembros del Consejo de Europa, reunidos ayer en sesión de urgencia en Estrasburgo, aprobaron por unanimidad, salvo la abstención de Suiza, un nuevo "convenio europeo sobre la violencia de los espectadores durante manifestaciones deportivas y, especialmente, en encuentros de fútbol". El convenio, que ha sido negociado, elaborado y aprobado en menos de 15 días, un auténtico récord para cualquier acuerdo internacional, será aplicado voluntariamente por los Estados firmantes, entre ellos España, antes del inicio de la temporada. El representante de Suiza explicó que no podía firmar debido a un conflicto de competencias cantonales.El debate se abrió con un discurso del secretario general del Consejo de Europa, Marcelino Oreja, quien señaló que el problema de la violencia en los estadios tenía que ser encarado también desde un punto de vista educativo.

El convenio, que consta de 17 artículos y ocupa nueve folios, incluye medidas para prevenir la violencia y para garantizar la seguridad en los estadios deportivos. Entre ellas, figura la obligación de separar efectivamente a los seguidores de los distintos equipos; impedir el acceso de conocidos alborotadores o personas bajo la influencia de drogas o de alcohol; adecuación de las legislaciones nacionales para introducir penas apropiadas y multas a los infractores; aumento de los servicios de seguridad internos; estricto control de la venta de billetes; controles para impedir la entrada en los estadios de armas, fuegos de artificio y otros objetos peligrosos; restricción en la venta de bebidas alcohólicas y presencia coordinada de policía y servicios de orden no sólo dentro de las instalaciones deportivas, sino también en sus accesos y en los trayectos que deben recorrer los hinchas de los equipos.

Los representantes de Gran Bretaña presionaron a otros países para lograr que el convenio incluyera la prohibición pura y simple de la venta de bebidas alcohólicas en los estadios y sus alrededores, tal y como acaba de legislarse en el Reino Unido, pero otros Gobiernos consideraron que era una medida inútil porque resulta casi imposible impedir que los espectadores las transporten desde sus casas. Sometida a votación, la propuesta británica obtuvo sólo seis votos a favor. España, representada por el secretario de Estado para el Deporte, Romà Cuyàs, se abstuvo.

El convenio queda abierto a otros países, a fin de que puedan sumarse a él diferentes Gobiernos de la Europa del Este. Dos semanas antes de dichos encuentros se realizarán consultas entre los clubes y los servicios de seguridad, así como con las agencias de viaje encargadas de transportar a los seguidores, a fin de comprobar que todas las medidas adecuadas están en funcionamiento.

Uno de los artículos más discutidos fue el relativo a la financiación de las obras que deberán realizarse en algunos estadios para adecuarse al nuevo convenio. En el proyecto inicial se afirmaba que los Gobiernos financiarían dichas reformas, pero, finalmente, se suprimió dicho párrafo.

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