La disolución de dos equipos búlgaros, insólita en el fútbol del Este

Los incidentes habidos en la final de la Copa de fútbol de Bulgaria, celebrada el miércoles, al agredirse los dos equipos en una auténtica batalla campal, han provocado medidas disciplinarias sin precedentes en la historia deportiva del este de Europa. El jueves, el propio Comité Central del Partido Comunista Búlgaro decidió la disolución inmediata de los dos clubes de fútbol participantes, el CSKA de Sofía y el Levski Spartak, los dos mejores en la actualidad en el país.

En el partido, ganado por el CSKA por dos goles a uno, se produjeron tres expulsiones. No obstante, el comité ce...

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Los incidentes habidos en la final de la Copa de fútbol de Bulgaria, celebrada el miércoles, al agredirse los dos equipos en una auténtica batalla campal, han provocado medidas disciplinarias sin precedentes en la historia deportiva del este de Europa. El jueves, el propio Comité Central del Partido Comunista Búlgaro decidió la disolución inmediata de los dos clubes de fútbol participantes, el CSKA de Sofía y el Levski Spartak, los dos mejores en la actualidad en el país.

En el partido, ganado por el CSKA por dos goles a uno, se produjeron tres expulsiones. No obstante, el comité central ha declarado nulo el encuentro y no habrá representante búlgaro en la próxima Recopa. Para la Copa de Europa, será el tercer clasificado en la Liga, el Trakia de Plovdiv, el que representará a Bulgaria.

Inhabilitación a perpetuidad

Los entrenadores de ambos equipos finalistas han sido inhabilitados a perpetuidad para el ejercicio de su función en la Primera División. Toda la Prensa búlgara publicó ayer la resolución del comité central del partido y calificó de "vergüenza sin precedentes" el espectáculo dado por los jugadores. El comunicado del comité central señala asimismo que los jugadores implicados que sean miembros del partido comunista también serán sancionados con medidas disciplinarias en el seno del mismo, que pueden llegar hasta la expulsión.Los funcionarios de ambos equipos, entre los que se encuentran altos cargos de la Administración comunista, no podrán volver a ejercer cargos en ningún club deportivo. Los ministerios respectivos que patrocinaban ambos clubes, el de Interior (policía), el Levski, y el del Ejército, CSKA, no podrán volver a hacerlo en el futuro bajo prohibición expresa.

El órgano oficial del Partido Comunista Búlgaro, Rabotnicheslo Delo, calificó ayer el partido como "un deshonroso ejemplo de gamberrismo futbolístico" que violó las "normas más elementales de la moral deportiva socialista". Según el diario, no es la primera vez que "los desmanes" de los jugadores, varios de ellos miembros de la selección, "provocan la indignación de toda la opinión pública".

Bulgaria encabeza actualmente el cuarto grupo clasificatorio para el Mundial de México, por delante de Yugoslavia y Francia. La sorprendente victoria sobre Yugoslavia del pasado mes de mayo aumentó las esperanzas de los búlgaros, tras muchos años de estar sumidos en la mediocridad del fútbol europeo.

No obstante, el comité central no ha tenido en cuenta el futuro de la selección, que se verá duramente afectada por las sanciones impuestas a los dos equipos finalistas del pasado miércoles.

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