La locura de los chicos 'boixos'

Mucho antes de que el once titular del Barcelona salte al césped del Camp Nou, dos centenares de adolescentes, con las caras pintadas con carmín azul y rojo, envueltos con senyeres y situados bajo una marea de banderas barcelonistas, están hartos de gritar. Cuando el balón empieza a rodar, ya han pedido una Cataluña independiente, han ensalzado a Terra Lliure -la organización terrorista catalana- y han insultado a España, a la Policía y al rival. Son antimadridistas a ultranza. Son los Boixos Nois.Los Boixos nois, cuya traducción al castellano podría ser Locos chicos, si la palab...

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Mucho antes de que el once titular del Barcelona salte al césped del Camp Nou, dos centenares de adolescentes, con las caras pintadas con carmín azul y rojo, envueltos con senyeres y situados bajo una marea de banderas barcelonistas, están hartos de gritar. Cuando el balón empieza a rodar, ya han pedido una Cataluña independiente, han ensalzado a Terra Lliure -la organización terrorista catalana- y han insultado a España, a la Policía y al rival. Son antimadridistas a ultranza. Son los Boixos Nois.Los Boixos nois, cuya traducción al castellano podría ser Locos chicos, si la palabra boixos se hubiera escrito correctamente en catalán (bojos), son, representan, un movimiento contracultural en el que se mezclan chicas con chicos, mecánicos con estudiantes, y parados con mensajeros. En el corazón del grupo hay un germen de violencia, similar al de los hinchas británicos o italianos.

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El 6 de febrero, al finalizar un derby entre el Barcelona y el Español en el Camp Nou, un integrante de los Boixos Nois intentó arrebatar una prenda blanquiazul a un seguidor españolista. Andrés Franco González, de 15 años de edad, recibió a cambio de su acción una cuchillada que pudo terminar con su vida. Aquella herida marcó una espiral de violencia que terminó, meses más tarde, en una batalla entre los Boixos Nois y la Policía Nacional, al término del Barcelona-Spórting.

La inclusión de Steve Archibald en el equipo motivó a principio de la temporada que algunas banderas escocesas ondearan junto a la Union Jack, insignia que exhiben casi todos los boixos en sus indumentarias y que es el símbolo de un país, y también de un movimiento socio-deportivo al que la FIFA ha sancionado indefinidamente.

El temor nacido tras la tragedia del Heysel hace pensar que, incluso, los Boixos Nois se radicalicen cuando la policía les controle de verdad y el club comience a sancionarles. De hecho, el fútbol no les interesa tanto como la marxa, que es como ellos denominan al espectáculo que montan en los partidos, en los que las bengalas, el lanzamiento de huevos y las luchas internas son expresiones fisicas ya habituales. Sin embargo, para Xavier Malgosa, el representante de los Boixos Nois que intervino en el programa de TVE La clave dedicado a la violencia en el deporte, "cualquier medida que quiera adoptar la directiva del Barça para evitar accidentes será respetada por nuestro grupo".

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