Contra los toros

Cuando un Ministerio de Cultura patrocina un reportaje sobre el toro embolado, cuando a todas horas la televisión nos brinda este desgraciado símbolo de España torturado por picas y banderillas, cuando el cambio no ha cambiado nada y las autonomías renuncian a cualquier discurso innovador en favor de una ética tan elemental, me pregunto cómo sobrevivirán la sensibilidad, la piedad, la esperanza de un mundo mejor.Señores aficionados, con tanta buena musica, cine, lecturas, con tanta posibilidad de hacer o seguir un deporte, con tantas discotecas y salas de fiesta, ¿cómo podéis pasar vues...

Cuando un Ministerio de Cultura patrocina un reportaje sobre el toro embolado, cuando a todas horas la televisión nos brinda este desgraciado símbolo de España torturado por picas y banderillas, cuando el cambio no ha cambiado nada y las autonomías renuncian a cualquier discurso innovador en favor de una ética tan elemental, me pregunto cómo sobrevivirán la sensibilidad, la piedad, la esperanza de un mundo mejor.Señores aficionados, con tanta buena musica, cine, lecturas, con tanta posibilidad de hacer o seguir un deporte, con tantas discotecas y salas de fiesta, ¿cómo podéis pasar vuestros domingos viendo sufri .a un pobre toro? Apartad la mirada de todo lo demás y mirad un poco cómo lo está pasando el toro. Si nada se mueve en vuestros corazones, es que estáis muertos por dentro. La sangre nunca puede tener gracia; la música, el color, la retórica, intentan encubrir (como siempre) el hecho principal: ¡despertaos! No se puede tratar así a un animal para pasar un domingo. ¿Que hay maldades peores? Pues bien, intentemos eliminarlas. ¿Que el toro hasta la fecha de la lidia se lo pasó muy bien? Esto tampoco tiene sentido. Desde el año 1500, miles de españoles se han opuesto a las corridas; con ellos que me siento totalmente identificada.-