Un libanés, detenido con mas de un kilo de heroína y 18.900 dólares falsos

Inspectores de la comisaría de Carabanchel detuvieron en la tarde del pasado lunes a Mahmud Abdul Rahman Ajuz, de nacionalidad libanesa, como presunto miembro de una organización dedicada al tráfico de drogas cuyo cerebro, según fuentes policiales, es Josuef-A-Ajuz, hermano del detenido, que en la actualidad se encuentra en paradero desconocido. Los inspectores se incautaron de 1.300 gramos de heroína y cocaína, dos kilos de hachís, 18.900 dólares en billetes falsos y 14.500 dólares en cheques de viaje (5.845.000 pesetas, en total). El alijo de droga se encontraba disimulado en la conducción d...

Inspectores de la comisaría de Carabanchel detuvieron en la tarde del pasado lunes a Mahmud Abdul Rahman Ajuz, de nacionalidad libanesa, como presunto miembro de una organización dedicada al tráfico de drogas cuyo cerebro, según fuentes policiales, es Josuef-A-Ajuz, hermano del detenido, que en la actualidad se encuentra en paradero desconocido. Los inspectores se incautaron de 1.300 gramos de heroína y cocaína, dos kilos de hachís, 18.900 dólares en billetes falsos y 14.500 dólares en cheques de viaje (5.845.000 pesetas, en total). El alijo de droga se encontraba disimulado en la conducción del aire acondicionado de un Peugeot 305 con matricula turística.La detención se produjo el pasado día 20 en el garaje del hotel Praga, en la calle de Antonio López, donde el ciudadano libanés tiene alquilada una plaza para guardar el automóvil. Personal del hotel manifestó ayer que Josuef-A-Ajuz, que vive en una calle próxima al establecimiento, solía ir a la cafetería del mismo y realizaba frecuentes viajes, en ocasiones de siete u ocho días. En el domicilio del hermano del detenido, en la calle de San Delfín, sólo se encontraban ayer tres niños de corta edad que dijeron no saber el paradero de su padre. Asimismo, la policía detuvo a Mazen Ahmad Heichimi, de 24 años, libanés que trabaja en una tienda de Josuef-A-Ajuz.

Las primeras informaciones policiales relacionaron con el caso al cónsul sirio en Madrid, Hajem Ibrahim, en calidad de propietario del vehículo en el que se encontró la droga. Sin embargo, el cónsul declaró ayer que se trataba de un malentendido. El automóvil sólo estuvo en su poder durante un mes, exactamente entre septiembre y noviembre de 1984, y, al no llegar a un acuerdo económico, lo devolvió a su propietario.

Después, el propietario del automóvil, según manifestó el cónsul, lo vendió a un médico libanés, Josuef-A-Ajuz. El cónsul añadió que desconocía si en esta última venta se había realizado la transferencia legal o sólo se había llegado a un acuerdo entre comprador y vendedor. Fuentes policiales reconocieron ayer que no habían podido establecer contacto desde el lunes con el cónsul, que figura como último propietario del automóvil, aunque piensan que puede tratarse de un error.