El PDP y el PL rechazan la hegemonía de Alianza Popular para renovar el pacto electoral

Los partidos políticos que integran Coalición Popular suscribirán antes de julio un nuevo pacto para concurrir juntos a las próximas elecciones generales. La cuota de participación en las listas electorales y el respeto a los perfiles ideológicos de cada uno de ellos son las dos cuestiones más conflictivas para llegar al acuerdo, según reflejan los documentos que el Partido Demócrata Popular (PDP) y el Partido Liberal (PL) han entregado a Alianza Popular (AP) en respuesta a uno suyo. "Una coalición no puede reposar sobre la hegemonía de un partido y la consideración de los restantes como apénd...

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Los partidos políticos que integran Coalición Popular suscribirán antes de julio un nuevo pacto para concurrir juntos a las próximas elecciones generales. La cuota de participación en las listas electorales y el respeto a los perfiles ideológicos de cada uno de ellos son las dos cuestiones más conflictivas para llegar al acuerdo, según reflejan los documentos que el Partido Demócrata Popular (PDP) y el Partido Liberal (PL) han entregado a Alianza Popular (AP) en respuesta a uno suyo. "Una coalición no puede reposar sobre la hegemonía de un partido y la consideración de los restantes como apéndices más o menos estéticos" dice el documento del PDP.

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El próximo viernes se reunirá el comité de coordinación de la Coalición Popular para comenzar la fijación de un nuevo pacto sobre la base de los documentos aportados."El PDP renuncia de antemano a cualquier veleidad aislacionista a esteticista y manifiesta su voluntad en principio de convergencia electoral", señala el PDP en el documento entregado a sus actuales socios de coalición. El Partido Liberal, en su texto, documentos ambos a los que ha tenido acceso EL PAÍS, tampoco duda de la renovación del pacto y se extiende en la necesidad de que el electorado perciba a cada uno de los partidos miembros con sus propias señas. "El PL es la izquierda de la coalición", decía el pasado miércoles su presidente, José Antonio Segurado.

El PDP, en un texto de 18 folios, lanza diversos reproches a AP, algunos en respuesta al documento entregado por este partido bajo el título La alternativa real al socialismo real y otros en referencia a malas pasadas de AP en las últimas elecciones. El PDP critica a dirigentes de AP por extender la opinión de que su horizonte está en 1990 y descartan, por tanto, ganar en 1986. "Esas estrategias contribuyen a la derrota", se afirma en el documento.

El documento de Alianza Popular, avalado por declaraciones de Manuel Fraga, esboza una coalición nucleada en torno suyo. "Una coalición no puede reposar sobre la hegemonía de un partido y la consideración de los restantes como apéndices más o menos estéticos", replica el PDP.

El voto centrista

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Este partido rechaza el concepto gráfico "AP y sus coligados", en referencia a los carteles electorales de 1982, en los que se destacaban las siglas de AP en grandes caracteres junto a un rosario de diminutas siglas correspondientes a los partidos coligados. El PDP avisa a Alianza Popular que la coalición no puede dirigir exclusivamente el mensaje a la derecha liberal conservadora, sino que debe tener muy en cuenta a los votantes centristas."No preconizamos que se hostígue ni que se desatienda a ese sector conservador, pero es evidente que tomarlo como punto de referencia fundamental de la estrategia supone renunciar a la victoria", señala el documento. Alzaga preconiza que el mes de junio no puede finalizar sin que se haya llegado a un acuerdo con los coligados sobre la cuota de presencia en las listas al Congreso y el Senado. En esto coincidirá con AP, y no con el PL, que prefiere posponerlo un mes a fin de que antes se celebre su congreso.

"Con toda sinceridad y convicción rechazamos la idea de reducir la operación de fijación de cuota a la comparación entre militantes, sedes y organizaciones de cada partido", señala el PDP. Para el partido democristiano los criterios para elaborar las listas deben tener en cuenta la capacidad de las personas y el soporte internacional de cada uno de los partidos, entre otros elementos, actitud que comparte plenamente el PL.

El PDP pide que una vez llegado el acuerdo se extremen las garantías para que el pacto se cumpla con todo rigor. "No es nuestro propósito resucitar viejas disputas que ya damos por olvidadas, pero la desdichada experiencia que el PDP sufrió en 1982 nos impulsa a prevenir una eventual repetición que tendría nefastas consecuencias para el funcionamiento electoral de la coalición", se advierte en el documento. El PDP se vio tristemente sorprendido en 1982 al comprobar que en el momento de presentar las candidaturas sus recientes socios de AP tacharon algunos de los nombres de los militantes democristianos para sustituirlos por hombres del partido de Fraga.

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