Crítica:

El latazo musical de TVE

La oferta de música clásica en TVE viene marcada por el signo -se diría ineludible- de los programas enlatados: ningún acontecimiento del género parece merecer para los dirigentes del ente público los privilegios de la retransmisión directa. Justamente mañana tendremos una muestra contundente de la sensibilidad que corre por la casa por lo que se refiere al arte de Orfeo: la Pasión según San Mateo, de Bach, que, dirigida por Harnon Court, debía emitirse por la segunda cadena a las 11 de la noche, saltará, según las últimas informaciones recibidas, para dejar paso al inefable directo del...

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La oferta de música clásica en TVE viene marcada por el signo -se diría ineludible- de los programas enlatados: ningún acontecimiento del género parece merecer para los dirigentes del ente público los privilegios de la retransmisión directa. Justamente mañana tendremos una muestra contundente de la sensibilidad que corre por la casa por lo que se refiere al arte de Orfeo: la Pasión según San Mateo, de Bach, que, dirigida por Harnon Court, debía emitirse por la segunda cadena a las 11 de la noche, saltará, según las últimas informaciones recibidas, para dejar paso al inefable directo del Festival de Eurovisión.Probablemente el programa sustituido se emitirá más adelante: Bach puede esperar -lleva 300 años haciéndolo- mientras que Paloma San Basilio tiene prisa para largarnos La fiesta terminó (y con razón: de aquí a 300 años, a ver quién se acuerda de lo suyo). Por lo demás, TVE impone a sus espectadores melómanos una militancía apretada durante el final de semana: los programas que pueden interesar a dicho sector de audiencia se concentran todos de viernes a domingo en horas bastante intempestivas: hoy, a las 17.25 horas, está el programa titulado Así es la ópera que va por su tercera emisión. Pasada la una de la madrugada., tendremos al pianista Barenboim que sigue desgranando sonatas de Beethoven (lo viene haciendo desde hace cuatro semanas). El sábado deja un tiempo de respiro hasta la noche: en la segunda cadena, a partir de las 11, se emite un espacio normalmente ocupado por la Orquesta Sinfónica de RTVE pero que va alternando con otras producciones como la citada Pasión de Bach. Por último, el domingo a las 10 de la mañana por la primera cadena, esa gota de agua que es el concierto de la orquesta de RTVE imponiendo a los aficionados un sacrificio mayor -por el madrugón- que la Santa Misa que sigue a continuación. Y se acabó hasta el próximo final de semana.

La impresión general de este panorama es que el ente no sabe demasiado bien qué hacer con la música: ciertamente la televisión ha quedado muy atrás respecto de otros medios como la radio o el disco, y ello se ha dado más por un determinado planteamiento cultural hipervisualizado que por problemas tecnológicos propiamente dichos. Se programan espacios musicales por inercia pero sin criterio alguno, y luego resulta que una serie como Verdi hace bastante más por la música. en la televisión que todos los conciertos que siguen en antena, sin que se sepa muy bien por qué.

Tímido intento

Un tímido intento para salirse de la apatía generalizada es el programa Así es la ópera. Alfredo Kraus y. Josep Carreras pusieron en las dos primeras emisiones su mejor voluntad para explicar respectivamente La Traviata y La Bohème. El problema es que los argumentos de los libretos operísticos son endiabladamente complicados y hasta los propios intérpretes en algún momento vacilaron en sus explicaciones.Lo que en cambio está francamente bien es que el texto de los trozos emitidos aparezca traducido en los subtítulos: es un recurso técnico de la televisión que otros medios no permiten. Por ahí deben ir los tiros si quercknos salirnos del latazo musical de TVE.

Así es la ópera se emite hoy a las 17.25 por TVE-1, y Baremboim, a la una de la madrugada por la misma cadena.

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