Standard Eléctrica pretende reducir su dependencia de Telefónica

Standard Eléctrica, SA (SESA), filial española de la multinacional estadounidense ITT, tiene casi perfilada su nueva estructura, que se comenzó a trazar desde el nombramiento de Miguel Canalejo como consejero delegado de la compañía, así como su plan de acción para los próximos años. En éste se contempla la potenciación del área dedicada a la ofimática y a la tecnología destinada a la defensa, y se pone un especial énfasis en el aumento de las exportaciones.El objetivo de la compañía, que ha atravesado una dificil situación financiera en los últimos ejercicios, es conseguir que en los próximos...

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Standard Eléctrica, SA (SESA), filial española de la multinacional estadounidense ITT, tiene casi perfilada su nueva estructura, que se comenzó a trazar desde el nombramiento de Miguel Canalejo como consejero delegado de la compañía, así como su plan de acción para los próximos años. En éste se contempla la potenciación del área dedicada a la ofimática y a la tecnología destinada a la defensa, y se pone un especial énfasis en el aumento de las exportaciones.El objetivo de la compañía, que ha atravesado una dificil situación financiera en los últimos ejercicios, es conseguir que en los próximos tres años sus ventas al exterior representen el 30% de su cifra total de negocios. Asimismo, la cúpula de Standard Eléctrica espera poder mantener el nivel de ventas que realiza a Telefónica, y que hasta ahora han tenido un papel preponderante en los balances de la sociedad.

Por el momento ya ha sido creada una nueva división dedicada a la ofimática (oficinas integradas), a cuyo frente se ha situado a Alfonso Gajate, a quien se ha fichado de la firma de informática y ordenadores Digital. Tanto en este sector -que según previsiones tiene una tasa de crecimiento anual a corto plazo de un 20%- como en el área de electrónica de defensa, que se concentrará alrededor de Marconi, han sido depositadas firmes esperanzas por parte de los directivos de Standard.

Productos para terceros

En este plan de futuro se prevé asimismo poder invertir los números rojos de la compañía mediante la fabricación de productos para otras firmas, incluidas filiales de ITT de otros países. Pedro Regatero, procedente de Marconi, es quien pilotará este proyecto, que ya tiene en estos momentos aproximadamente unas quince negociaciones en marcha. Con ello se pretende ampliar la producción de material electrónico en España y entrar, a través de acuerdos con otras compañías, en el mercado de ventas a la Administración.Standard ofrecería de esta forma fabricar determinados productos -denominados técnicamente original equipment manufacturer (OEM)- a otras empresas del sector electrónico e informático, que los comercializarían bajo su propio nombre y con cita del fabricante, en este caso SESA. Estos productos contarían con el servicio posventa de ITT en todo el mundo. Este proyecto ha sido aceptado por el Ministerio de Industria en algunos acuerdos concretos que ya han sido cerrados por Standard.

Pantallas para ordenadores,inipresoras, circuitos impresos, equipos de telemando y telemedida son algunos de los Productos de este tipo que se piensa comercializar para terceros. "Creemos firmemente que España podría convertirse en la Corea de Europa", señalaba a este periódico el propio Miguel Canalejo, que se incorporó como consejero delegado de la sociedad el pasado año, procedente de Union Carbide.

Asimismo, y en línea con la política de incremento de las exportaciones, con objeto de reducir su dependencia respecto a las ventas que realiza a Telefónica, Standard tiene previsto ofrecer este tipo de productos -especialmente monitores- de tecnología propia a filiales de ITT en todo el mundo. Dentro de este plan exportador, se contempla continuar con la venta de 2,5 millones de unidades de teléfonos a Estados Unidos, lo que representa aproximadamente el 60% de las ventas totales de este tipo de aparatos que realiza ITT en todo el territorio estadounidense. Standard tiene previsto fabricar para 1986 aproximadamente 3,5 millones de unidades de teléfonos.

Las previsiones fijadas para este año contempla dar un fuerte empujón a las ventas, que en 1984 fueron de 54.000 millones de pesetas, para hacerlas pasar a 72.000 millones al final del presente ejercicio.

Según los acuerdos de reestructuración firmados, Standard debe crear a lo largo de este año 700 nuevos puestos de trabajo, otros tantos en 1986 y 350 en 1987. En principio, la dirección confla en no llevar a cabo ninguna regulación masiva de empleo.

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