Antonio Daz Lara

La institución alcalde de La Línea de la Concepción está por encima de las personas, según la entiende el PSOE del Campo de Gibraltar. El actual presidente de la corporación municipal linense, Antonio Daz Lara, lo es por sustitución de Juan Carmona, ahora delegado de Hacienda en Cádiz. Aparentemente, no parecía tarea fácil suplir al alcalde de una de las ciudades españolas en las que el socialismo obtuvo mayor ventaja sobre sus rivales, pero en La Línea funcionan en equipo y pasan de las caras. Su tránsito desde el trabajo en la construcción hasta, la alcaldía pasa por UGT, las elecciones y la...

La institución alcalde de La Línea de la Concepción está por encima de las personas, según la entiende el PSOE del Campo de Gibraltar. El actual presidente de la corporación municipal linense, Antonio Daz Lara, lo es por sustitución de Juan Carmona, ahora delegado de Hacienda en Cádiz. Aparentemente, no parecía tarea fácil suplir al alcalde de una de las ciudades españolas en las que el socialismo obtuvo mayor ventaja sobre sus rivales, pero en La Línea funcionan en equipo y pasan de las caras. Su tránsito desde el trabajo en la construcción hasta, la alcaldía pasa por UGT, las elecciones y la amistad con el ex alcalde.

Antonio Daz Lara, nacido en La Línea de la Concepción hace 32 años, está casado y de su matrimonio tiene dos hijos, tino de nueve meses. Como suele ocurrir entre políticos, la profesión resta horas de hogar. En su fuero interno, Antonio Daz desearía estar mucho más tiempo con sus hijos, pero la tarea de regir a los ciudadanos desde la Administración local sólo se lo permite a medias.Accedió a la poltrona municipal desde la concejalía. Había que dar salida a la pequeña crisis surgida con motivo de la dimisión de Juan Carmona, que abandonó el cargo después de ostentarlo en la primera legislatura democrática y durante un año de la segunda. Razones personales impulsaron al joven alcalde a dejarlo. A su sustituto no debieron de impresionarle mucho las continuas manifestaciones de adhesión a la, persona de Juan Carmona, porque aceptó ocupar su sillón.

La amistad de ambos, extensible a otros concejales y, en general, a todo el colectivo socialista de La Línea, restó suspicacias y la gente piensa que Daz Lara es, al menos, tan bueno como Carmona. El Ayuntamiento de La Línea de la Concepción está compuesto por 22 concejales socialistas y 3 de AP. Es el segundo municipio de España en cuanto a porcentaje favorable al PSOE. Pero esa circunstancia no sólo afecta a las elecciones municipales, sino también a cuantas consultas se han realizado. El partido en el poder siempre obtiene esos resultados.

Antonio Daz Lara estudió bachillerato y COU; "le hubiera gustado tener una carrera., pero acepta las cosas como vienen", comenta su esposa. Tras finalizar sus estudios, comenzó a trabajar en la construcción, primero como administrativo de una empresa francesa; luego, como albañil, cuando la expansión turística de la Costa del Sol exigía mano de obra abundante y barata. En las postrimerías de la dictadura sintió la llamada del, sindicalismo e ingresó en UGT. Responsable local del sindicato de la construcción, fue propuesto para candidato a concejal, y elegido, en 1979, con lo que comenzaba su carrera política. Sustituyó a Juan Carmona en 1983. "No le ha perjudicado el carisma de Juan Carmona, porque es tan válido como él. Aquí no promocionamos caras, sino equipos", comenta un compañero de Corporación.

El alcalde de La Línea es bien parecido y, aunque no viste a la última moda, tampoco le gusta parecer carroza. Ama el deporte, lo practica y lo sigue. Todas las mañanas acude a la ciudad deportiva para practicar footing. Le gusta el fútbol, y sus equipos son el local, La Balona, el Betis y el Real Madrid. También juega de cuando en cuando al tenis. Los fines de semana gusta de la naturaleza, de una buena tarde al calor de la tortilla en los alrededores de Los Barrios.

Otra de sus pasiones es la música, en especial la de guitarra. Seguramente le viene de la presencia cercana de Paco de Lucía, por quien siente admiración. Se esforzó mucho para que el pasado verano pudiese cantar en La Línea otro de sus monstruos sagrados: Serrat. La afición por tal cantautor tiene su contrapunto femenino en Mari Trini y, en lenguaje popular andaluz, las sevillanas.