Un huracán amenaza a los últimos barcos de la regata

Un huracán con vientos de 60 nudos (108 kilómetros por hora) puede llegar a afectar a los veleros que navegan en las últimas posiciones de la Ruta del Descubrimiento. Por si esta eventualidad llegara a materializarse, cada 60 minutos se avisa por radio a los barcos dándoles la situación del temporal. También están alertados los servicios de guardacostas. El quinto barco en llegar a Santo Domingo es el catamarán francés Region de Picardie, mientras que el trimarán Paul Ricard II, de Eric Tabarly, abandonó la regata y entró ayer en la meta sin pasar por el control de Guanahaní (San Salvador)....

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Un huracán con vientos de 60 nudos (108 kilómetros por hora) puede llegar a afectar a los veleros que navegan en las últimas posiciones de la Ruta del Descubrimiento. Por si esta eventualidad llegara a materializarse, cada 60 minutos se avisa por radio a los barcos dándoles la situación del temporal. También están alertados los servicios de guardacostas. El quinto barco en llegar a Santo Domingo es el catamarán francés Region de Picardie, mientras que el trimarán Paul Ricard II, de Eric Tabarly, abandonó la regata y entró ayer en la meta sin pasar por el control de Guanahaní (San Salvador).

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El huracán Lilí, bautizado así por la oficina de seguimiento de ciclones de Miami (EE UU), se encontraba, a medio día de ayer, a 20º 05' latitud norte y 50º longitud oeste, desplazándose a una velocidad de 5 nudos (9 kilómetros por hora) en dirección sureste. Lilí podría afectar a los últimos veleros clasificados, pues sus vientos soplan a 60 nudos (108 kilómetros por hora), con rachas de 80 (144 kilómetros).El director general de Protección Civil, Antonio Figueruelo, informó de este hecho, el pasado jueves, al Centro de Seguimiento de la regata. Inmediatamente se dió aviso a Pozuelo del Rey (Madrid) para que notificaran a los veleros la existencia y posición del huracán, lo que se hace cada 60 minutos. También se alertó a los guardacostas con el objeto de que puedan prestar socorro si hay algún barco afectado.

El trimarán Paul Ricard II, de Patrick Tabarly, que navegaba en séptima posición, entró ayer en el puerto, a las 13.20 horas, fuera de regata al no haber pasado por el control de Guanahaní (San Salvador).

El Fortuna Lights, de Javier Visiers, que realizó el jueves la mejor singladura de los monocascos al navegar 182 millas (327 kilómetros) a una -velocidad media de 6,9 nudos (12,4 kilómetros por hora). Este barco es primero en su categoría y en tiempo compensado.

Poupon, en Madrid

El francés Philippe Poupon, ganador de esta regata a bordo de su catamarán Fleury Michon VII, hizo ayer una escala en el aeropuerto de Barajas (Madrid) de camino hacia París. Vestido con un conjunto vaquero, por su aspecto nadie podría adivinar que se trata del hombre que hace unos pocos días llegó al puerto de San Souci después de atravesar el Atlántico."He ganado una regata de importancia, por los rivales y por el acontecimiento histórico que rememoraba", comentó. "Pensaba que iba a ser más fácil, pero ha sido muy dura". Uno de sus recuerdos de esta regata son los 4 últimos días, cuando el Charente Maritime II le pisaba los talones. "Fue lo peor por la gran tensión nerviosa. Pero también tuvimos maravillosas noches de luna llena, navegando a más de 20 nudos (36 kilómetros por hora)".

Durante la travesía pensó en Colón, "pero no hay paralelismo. Hoy en día se navega con otros medios y, además, él iba a descubrir algo y nosotros sabíamos dónde íbamos". Lo primero que hizo al llegar a tierra fue beber champaña y luego darse un baño. Ahora participará en una pequeña regata en Las Antillas y, después, intentará batir el récord del Atlántico Oeste-Este.

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