Cuesta, Andreu y Nacho Ruiz se anticipan

Barcelona apuesta por las mujeres arriesgadas y sofisticadas

Aprovechando la VIII Mostra de Tejidos de cara al otoño-invierno 1985-1986, celebrada recientemente en el Borne de Barcelona, tres diseñadores han anticipado sus colecciones para la próxima temporada primavera-verano 1985. Los desfiles, organizados por los Salones de Moda de la Feria de Barcelona, han contado con subvención del Ministerio de Industria, cosa que no fue posible durante el certamen de Gaudí-Mujer.Los creadores que han participado han sido: Jordi Cuesta, que ha elegido prendas fáciles de llevar, cuya filosofía general, tanto para noche como para día, gira alrededor de pieza...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Aprovechando la VIII Mostra de Tejidos de cara al otoño-invierno 1985-1986, celebrada recientemente en el Borne de Barcelona, tres diseñadores han anticipado sus colecciones para la próxima temporada primavera-verano 1985. Los desfiles, organizados por los Salones de Moda de la Feria de Barcelona, han contado con subvención del Ministerio de Industria, cosa que no fue posible durante el certamen de Gaudí-Mujer.Los creadores que han participado han sido: Jordi Cuesta, que ha elegido prendas fáciles de llevar, cuya filosofía general, tanto para noche como para día, gira alrededor de piezas ligeras y amplias superpuestas. Gabanes de verano, chalecos-túnicas largas o cortas, túnicas-vestidos de hombros reforzados, camisas-chaquetas, faldas envolventes o abiertas por delante o laterales, sobre shorts, bermudas con volúmenes de faldas y anchísimos monos estilo paquistaní de cuellos altos y botones de perlas son sus piezas preferidas. En ellas destacan los tonos naturales cálidos sobre algodón puro y linos (jacquard, cuadros, flores, etcétera). También ha lanzado una nueva línea de baño inspirada en la Olimpiada 1992, con enormes albornoces-kimonos en rizo americano blanco sobre bañadores en punto canalé blanco o azul.

Andreu, que piensa siempre en una mujer sofisticada elige linos en negros, beis, gris o salmón, para vestidos de línea recta, pero amplia, de cinturones bajos, faldas largas o pantalones hasta media pierna y énfasis en hombros, pero sin exagerar. Para la noche, su fuerte por excelencia, destaca las siluetas marcadas de faldas rectas o vaporosas y realizadas en punto de jersei o gasas naturales, con detalles de strass o bordados de lentejuelas en combinaciones blanco y negro, azul marino o marrón, su color vedette, porque, como dice el diseñador: "Juego con el bronceado de la piel".

Nacho Ruiz, que acaba de unirse al grupo de Tocut para la fabricación y distribución de sus diseños, mantiene una línea estricta pero provocativa a la vez, como prueban sus profundos escotes exentos de frivolidades. Su colección se divide en seis líneas (destacando blanco, caqui, crudo y beis), según los tejidos con que se confeccionan. Para el piqué, faldas rectas con chaquetas cortas remarcando la cintura. Con el satén, chaquetas y faldas tableadas de estilo años treinta, pero actualizados. Con el popelín, cierta inspiración militar. El lino y lino-seda se prestan para pantalones campana y blusas de mangas amplias tres cuartos con gorras del mismo tejido. La alpaca va mejor con líneas masculinas, incluyendo chaquetas con solapas interiores que parecen chalecos, pero de escote recto, pantalones de pinzas con vueltas en los bajos o pantalón tipo amazona (ancho en caderas y estrecho en pierna), y finalmente, shantung: con largas chaquetas entalladas que cubren caderas (recordando estilo oriental o indio), con grandes bolsillos geométricos sobre faldas rectas que llevan aberturas a ambos lados y una longitud por debajo de la rodilla.

Archivado En