Reportaje:ANTIGÜEDADES

Valencia estrena feria

Sorolla y Benlliure han compartido honores con las pequeñas antigüedades

Pese a lo imprevisible del resultado, 48 anticuarios de toda España han presentado sus existencias en la primera feria de antigüedades que se celebraba en Valencia. No es frecuente, ni siquiera en Valencia, poder contemplar un Sorolla. En este caso tambien se podía comprar. Otro inconveniente añadido era que en Valencia no existe, o es pequeña, una tradición de anticuarios.A pesar de todo ello, los resultados han sido buenos, se calcula que han acudido a visitarla entre 6.000 y 10.000 personas. Y ello, a pesar de la gota fría y los fuertes vientos. Se ha llegado a conjeturar por parte d...

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Pese a lo imprevisible del resultado, 48 anticuarios de toda España han presentado sus existencias en la primera feria de antigüedades que se celebraba en Valencia. No es frecuente, ni siquiera en Valencia, poder contemplar un Sorolla. En este caso tambien se podía comprar. Otro inconveniente añadido era que en Valencia no existe, o es pequeña, una tradición de anticuarios.A pesar de todo ello, los resultados han sido buenos, se calcula que han acudido a visitarla entre 6.000 y 10.000 personas. Y ello, a pesar de la gota fría y los fuertes vientos. Se ha llegado a conjeturar por parte de anticuarios avezados a estas lides que han alcanzado los 200 millones. De todas formas, hay que decir que allí se encontraban los mejores y más conocidos anticuarios de la Península. La selección de obras se ha llevado con mucha seriedad. Antes de la inauguración fueron retiradas 400 obras que, a juicio del comité de expertos, no merecían la catalogación de antigüedad.

En el salón han destacado por su importancia los siguientes objetos: Antigüedades, 1881 presentaba una excelente Gitana, de Juan Antonio Benlliure (400.000 pesetas). Berkovitsch exponía cuadros importantes, como Valenciana con flores, de Joaquín Sorolla (30 millones); Moros raptando cristianos, de Álvaro Alcalá Galiano (dos millones); un óleo de Navarro (tres millones); Las Ninfas presentaba un sorprendente Lucas Villamil (cuatro millones), retrato de mujer de Masriera, Buenaventura, de Juan Antonio Benlliure; Retrato de su hija, de Joaquín Sorolla (1.200.000). Gregorio Blanco presentaba una magnífica colección de óleos de J. A. Benlliure; Sueños, de José Benlliure, en su época napolitana y valenciana, y una bellísima escultura de Mariano Benlliure sobre el tema de la maternidad. Santiago Martí traía arqueología griega, platos de Manises del siglo XV y plata del siglo XIX. Antigüedades Calatrava, un buen mueble isabelino, Con tiradores de plata, y Sambuca, un mueble Reina Ana. Morueco, junto a relojes y plata, tenía una magnífica tabla flamenca de la escuela de Amberes (1.500.000 pesetas). Salvador Ribes, un sillón Regencia francés (350.000 pesetas). Luis Cárabe presentaba una mesa de caoba extensible de 5,40 metros, estilo victoriano (un millón). Luis Codosero presentaba un buen surtido de cerámica Alcora de primera época y una escribanía de plata Sellán valorada en 350.000 pesetas.

OBJETOS DE OCASIÓN

Una de las novedades de la feria valenciana han sido los estands de objetos antiguos que no superan las 20.000 pesetas y permiten ser adquiridos por personas con un nivel económico modesto. La idea es que las antigüedades no sólo son piezas caras e inasequibles, sino también pequeños objetos que pueden hacer las delicias de los coleccionistas sin grandes medios. Otro punto importante es que todo comprador podía solicitar garantía por escrito sobre el objeto de la compra.

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