Cartas al director

Busca testigos de un accidente

El jueves 4 de octubre, a las seis de la tarde, en la puerta del colegio Decroly, calle de Guzmán el Bueno, 60, de Madrid, mi hija fue atropellada por un taxi, color blanco, que se dio a la fuga. Ante esta situación quiero pedir:A las personas que presenciaron el accidente, su colaboración, llamando a la comisaría de Chamberí, teléfono 419 88 07, facilitando cuantos datos recuerden: modelo, licencia, matrícula, letra del día de descanso, etcétera, que contribuyan a su identificación. Un auténtico loco puede estar suelto. Quien es capaz de huir después de haber atropellado a una niña de ocho añ...

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El jueves 4 de octubre, a las seis de la tarde, en la puerta del colegio Decroly, calle de Guzmán el Bueno, 60, de Madrid, mi hija fue atropellada por un taxi, color blanco, que se dio a la fuga. Ante esta situación quiero pedir:A las personas que presenciaron el accidente, su colaboración, llamando a la comisaría de Chamberí, teléfono 419 88 07, facilitando cuantos datos recuerden: modelo, licencia, matrícula, letra del día de descanso, etcétera, que contribuyan a su identificación. Un auténtico loco puede estar suelto. Quien es capaz de huir después de haber atropellado a una niña de ocho años es capaz de todo.A los taxistas que circulaban a su lado, den una vez más muestras de solidaridad denunciando a ese conductor, que sólo contribuye a enturbiar las relaciones entre los usuarios y los auténticos profesionales de este servicio.

Al señor alcalde, que tanto viaja, decirle que en los países que tratamos de imitar señales de tráfico, de todos conocidas, y que en este caso brillan por su ausencia, anuncian la presencia de un centro escolar y que personal civil autorizado, o bien policías de tráfico, regulen la circulación a las horas de entrada y salida.

Decirle también a ese conductor que en esta ocasión no hubo muerto. Sólo, salvo complicaciones, ingreso por unos días, o semanas, amén de escayola, en la clínica de La Concepción. Igualmente, desearle no sufra en sus carnes lo que nosotros estamos sufriendo.

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Al ciudadano que diligentemente paró y transportó en su coche a mi pequeña, una vez más, gracias.

Al personal de urgencias y a los que día a día la atienden, nuestro más sincero reconocimiento.-

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