A la caza de brujas

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J. M. Las eliminaciones de los cinco equipos españoles tuvieron una característica común a juicio de sus respectivos entrenadores: la mala suerte. Una vez más, el tópico, al que se han añadido en esta ocasión la caza de brujas, maquiavélicas consignas y hasta profundos misterios, ponen de manifiesto la soberbia del fútbol español, incapaz de reconocer que se le ha parado el reloj. De las manifestaciones realizadas al término de los partidos se desprende que causas ajenas a las responsabilidades de los jugadores o entrenadores tuvieron la culpa del desastre. En algunos casos los culpables fueron incluso el público o el calendario.

Vicente Calderón, presidente del Atlético de Madrid, encontró una excusa original para justificar la eliminación del equipo: "La culpa de todo esto la tiene la huelga". Pero no se refería a la inactividad que causó a los jugadores, sino al público. "La gente ya no va a los campos de fútbol, porque la huelga les echó de ellos. Hasta que el público no vuelva a los campos, esto no tiene solución". Pero en sus manifestaciones, Calderón no pudo eludir el tópico: "La mala suerte se ha cebado en nosotros". Luis Aragonés, el entrenador, se expresó en parecidos términos y apeló a la diosa fortuna, que "se alió con ellos. La mala suerte sigue persiguiéndonos".

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Josep Lluís Núñez, presidente del Barcelona, coincidió con Calderón en el factor público: "El ambiente ya no me gustaba. Y eso lo digo por los espectadores". El entrenador, Terry Venables, fue escueto para justificar una eliminación sorprendente: "Todo se nos ha torcido". ¿Por qué? "Misterios del fútbol".

Clemente, entrenador del Athlétic de Bilbao, fue otro protagonista que expuso un argumento inédito: "La culpa la tiene el calendario que seguimos en España. Lo hacen los federativos, y hasta que no lo confeccionemos nosotros, los entrenadores, estaremos en desventaja con el fútbol europeo, porque mientras nuestros rivales ya están rodados, nosotros estamos empezando a coger el ritmo". Después, Clemente no pudo evitar un tópico: "Nos ha eliminado el árbitro". Pero añadió una nueva faceta, para revelar que había una operación maquiavélica: "La consigna arbitral era que el linier colaborase con él en contra nuestra". Los rivales también tuvieron culpa de que el Athlétic fuera eliminado, pero no precisamente por empatar sino porque Ios franceses son tramposos en muchas facetas".

Fernando Redondo, entrenador del Valladolid, añadió un elemento nuevo en el análisis de los cuatro goles que encajó su equipo, y lo encontró en las condiciones climatológicas: "Las circunstancias jugaron en nuestra contra porque la lluvia fue un adversario que nos complicó las cosas". Y, como sus compañeros, cayó en el tópico: "El arbitraje nos ha perjudicado mucho en el segundo tiempo".

José Álzate, entrenador del Betis, también culpó al árbitro de la eliminación porque "consintió a los rumanos todo lo que quisieron".

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