Pájaros en cautividad

Que los pájaros -sobre todo los pájairos en cautividad- son animales frágiles, es incuestionable. Para atender mejor a sus necesidades les hemos agrupado y fijado unos tipos de cuidados que, en el mejor de los casos, sirven para que puedan sobrevivir y poco más. Por ejemplo,y en relación a su comodidad, se han fijado unas medidas mínimas de las jaulas, mientras se tiene poco en cuenta la conveniencia de los ejercicios de vuelo que el ave precisaría para mantenerse en forma.En la alimentación los esquemas son aún más simples. Luego e observar durante años, se llegó a la conclusión de que el can...

Que los pájaros -sobre todo los pájairos en cautividad- son animales frágiles, es incuestionable. Para atender mejor a sus necesidades les hemos agrupado y fijado unos tipos de cuidados que, en el mejor de los casos, sirven para que puedan sobrevivir y poco más. Por ejemplo,y en relación a su comodidad, se han fijado unas medidas mínimas de las jaulas, mientras se tiene poco en cuenta la conveniencia de los ejercicios de vuelo que el ave precisaría para mantenerse en forma.En la alimentación los esquemas son aún más simples. Luego e observar durante años, se llegó a la conclusión de que el canario come alpiste; el jilguero, semilla de cardo, y el periquito, mijo. La realidad es que: el canario, el periquito y el jilguero cautivos supervivieron a sus dietas en absoluta carencia de determinadas vitaminas y, en consecuencia, enfermos. Hemos avanzado ya algo, pero todavía de manera insuficiente, y si alguien se toma la molestia de poner entre los barrotes de las jaulas de los pájaros un poco de carne picada o una rodaja de mortadela o algo de tocino, observará que el animal sentirá en principio curiosidad y luego atacará para ingerir esa nueva posibilidad añadida a su dieta. ¿Lo hace atraído por el sabor? No. La realidad es que hay pocos animales que se guían del sabor para ingerir alimentos.

Idénticas necesidades

Un amigo veterinario dice que el. organismo de los animales funciona como una computadora y así, cuando detecta falta de calcio, por ejemplo, lo busca y lo come, e igual ocurre cuando necesita celulosa o aminoácidos o fósforo. Lo que sucede es que en cautividad lo tiene más difícil y somos nosotros quienes hemos de preocuparnos de este asunto. Los pájaros libres se alimentarían de las semillas cuya consecución les representara menos problemas por estar en lugares peligrosos, pero también comerían larvas, insectos, huevos robados de los nidos, etcétera. Los pájaros cautivos no se diferencian más que por estar privados de libertad de los anteriores y tienen sus mismas necesidades.

Tal vez mejoremos su aspecto y su salud si de cuando en cuando nos olvidamos de los consejos de los expertos y les proporcionamos esos extras.