Koch, MxEnroe y los gladiadores

Edward Koch, el alcalde demócrata de Nueva York, es, como todos sus conciudadanos, un defensor a ultranza de la personalidad salvaje del torneo de Flushing Meadow De carácter orgulloso, alegre y divertido, Koch es un judío del que están enamorados los neoyorquinos. Dice que es el más grande, y los neoyorquinos han demostrado creérselo. Recientemente escribió un libro, y convirtió el acontecimiento en una exhibición de venta de su propia imagen, con entrevistas en todas las emisoras de televisión del área metropolitana.Koch, como todos sus conciudadanos, está convencido de que el...

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Edward Koch, el alcalde demócrata de Nueva York, es, como todos sus conciudadanos, un defensor a ultranza de la personalidad salvaje del torneo de Flushing Meadow De carácter orgulloso, alegre y divertido, Koch es un judío del que están enamorados los neoyorquinos. Dice que es el más grande, y los neoyorquinos han demostrado creérselo. Recientemente escribió un libro, y convirtió el acontecimiento en una exhibición de venta de su propia imagen, con entrevistas en todas las emisoras de televisión del área metropolitana.Koch, como todos sus conciudadanos, está convencido de que el open de Estados Unidos es el mejor del mundo, del mismo modo que Nueva York es la mejor ciudad. Hace años que no asiste personalmente al torneo, pero tiene una opinión muy directa de lo que es Flushing Meadow: "Cuando ves un partido de tenis en el estadio Louis Anistrong, tienes la sensación de estar contemplando a dos gladiadores, aunque lleven raquetas en lugar de espadas". A Koch no le importa que McEnroe tenga una imagen de niño malo y maleducado. Es neoyorquino, y eso basta. "Si no sabes que McEnroe es neoyorquino cuando anuncian su nombre, lo averiguas inmediatamente cuando le ves entrar en la pista", dice.

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