El presidente de Israel encarga a Simón Peres formar nuevo Gobierno

El presidente de Israel, Haim Herzog, encargó ayer al líder laborista Simón Peres la formación de un nuevo Gobierno de "amplia coalición" que ponga fin a la crisis política que atraviesa el país tras las elecciones legislativas del pasado 23 de julio. Al designar a Peres, de 62 años, el presidente israelí intenta desbloquear la situación que se produjo tras las elecciones, en las cuales ninguno de los dos grandes partidos del país consiguieron la mayoría absoluta. Sobre los 120 escaños con que cuenta el Parlamento, los laboristas consiguieron 44, contra los 41 que obtuvo el Likud del primer mi...

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El presidente de Israel, Haim Herzog, encargó ayer al líder laborista Simón Peres la formación de un nuevo Gobierno de "amplia coalición" que ponga fin a la crisis política que atraviesa el país tras las elecciones legislativas del pasado 23 de julio. Al designar a Peres, de 62 años, el presidente israelí intenta desbloquear la situación que se produjo tras las elecciones, en las cuales ninguno de los dos grandes partidos del país consiguieron la mayoría absoluta. Sobre los 120 escaños con que cuenta el Parlamento, los laboristas consiguieron 44, contra los 41 que obtuvo el Likud del primer ministro saliente, Isaac: Shamir. Pequeñas formaciones políticas se reparten el restó de los escaños.

Peres no parece, por el momento muy seguro de poder formar el Gobierno de amplia coalición en el plazo, renovable, de 21 días de que dispone para llevar a término su intento. El líder laborista, sin embargo, declaró ayer a la Prensa que Shamir le había "hecho patente su voluntad de participar en la formación de un Gobierno de ese carácter", pero el dirigente del Likud no descartó la idea de formar un Gabinete dirigido por su partido.Comentando la decisión del presidente israelí de encargar a Peres la formación de un nuevo Gobierno, Shamir declaró que el Likud sigue conservando todas las posibilidades de estar a la cabeza, tanto de un Gobierno de unidad nacional como de un Gabinete de mayoría relativa". Shamir, no obstante, señaló ayer que había aceptado mantener una próxima entrevista con Peres "con el fin de proseguir las negociaciones tendentes a sentar las bases para crear un Gobierno de amplia coalición".

Por su parte, el primer ministro designado, Simón Peres, declaró que deseaba formar un Gobierno de unidad nacional sobre la más amplia base parlamentaria posible, pero el líder laborista deberá no sólo convencer al Likud de que acepte participar en ese tipo de coalición gubernamental, sino hacer frente al sector de izquierda de su partido, que cuenta con seis diputados y que se opone: a cualquier tipo de colaboración con el Likud.

El ex viceprimer ministro israelí David Levy estimó ayer, por otro lado, que Simón Peres no tiene la menor posibilidad de dirigir el próximo Gabinete porque "no cuenta con el suficiente apoyo parlamentario".

Para poder gobernar, Peres deberá contar con el apoyo de las pequeñas formaciones religiosas. El Partido Nacional Religioso, que dispone de cuatro escaños; aparece como el árbitro de la situación. Por el momento, Peres se ha asegurado una cierta neutralidad por parte de esta formación política.

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