La pizarra de Díaz Miguel

El seleccionador Díaz Miguel tuvo que sacar ayer dos veces la pizarra durante el encuentro para corregir los fallos de posición en los que estaban incurriendo los jugadores. Díaz Miguel no puede ver tranquilo un partido. Ni siquiera contra Francia, pese a la abultada diferencia. Díaz Miguel no quiere despistes, y en determinados momentos reprochó a Llorente, Jiménez y Romay que no siguieran las indicaciones recibidas.Díaz Miguel quiere que la defensa salga a presionar al contrario. "Ahora, ahora" es la consigna que da desde el banquillo. Cuando le hacen caso, España siempre recupera el balón. ...

El seleccionador Díaz Miguel tuvo que sacar ayer dos veces la pizarra durante el encuentro para corregir los fallos de posición en los que estaban incurriendo los jugadores. Díaz Miguel no puede ver tranquilo un partido. Ni siquiera contra Francia, pese a la abultada diferencia. Díaz Miguel no quiere despistes, y en determinados momentos reprochó a Llorente, Jiménez y Romay que no siguieran las indicaciones recibidas.Díaz Miguel quiere que la defensa salga a presionar al contrario. "Ahora, ahora" es la consigna que da desde el banquillo. Cuando le hacen caso, España siempre recupera el balón. En ataque da menos instrucciones. Casi siempre es para ordenar la vuelta", para que el balón pase por todos los jugadores, hasta que Epi y Margall encuentran hueco para el lanzamiento.

Romay es el jugador que le plantea más problemas. Comete faltas personales ingenuas en ataque y a veces se toma libertades, que desesperan a Díaz Miguel. Contra Francia hizo un lanzamiento a canasta que motivó que Díaz Miguel jurara en arameo. Pero el seleccionador tampoco desperdicia ocasión para animar a Romay cuando éste hace las cosas bien bajo el aro, que es la zona que tiene encomendada.

Con el resto de jugadores que están actuando habitualmente, Díaz Miguel no tiene problemas. Únicamente se molestó algo Fernando Martín cuando le sustituyó. Momentos antes, el doctor Cristóbal se había acercado al seleccionador. El marcador estaba sentenciado y no había necesidad de forzar al jugador. Éste, al retirarse, dijo a los médicos: "Seré yo el que tenga que decir si me encuentro bien o no".