Juegos de la 23ª Olimpiada de la era moderna

"Vos estás cagao"

"Vos estás cagao", les decían los jugadores uruguayos a los españoles cuando iban a lanzar tiros libres. Y los españoles fallaban. Fallaron más de la cuenta. Fueron los únicos momentos en que no superaron la prueba mental. Díaz Miguel se lo había advertido: "Van a tratar de ponernos nerviosos. Son jugadores veteranos y saben exprimir todos los trucos que sean necesarios para que el contrario pierda los papeles. No les hagamos caso. No podemos caer nunca en su juego".Díaz Miguel, al término del partido, elogió el corazón que demostraron los uruguayos. "Así hay que jugar. Es como me gusta, ya qu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

"Vos estás cagao", les decían los jugadores uruguayos a los españoles cuando iban a lanzar tiros libres. Y los españoles fallaban. Fallaron más de la cuenta. Fueron los únicos momentos en que no superaron la prueba mental. Díaz Miguel se lo había advertido: "Van a tratar de ponernos nerviosos. Son jugadores veteranos y saben exprimir todos los trucos que sean necesarios para que el contrario pierda los papeles. No les hagamos caso. No podemos caer nunca en su juego".Díaz Miguel, al término del partido, elogió el corazón que demostraron los uruguayos. "Así hay que jugar. Es como me gusta, ya que la técnica se puede aprender", dijo el seleccionador. "El partido parecería malo, pero no es para olvidar porque superamos una prueba mental, física y técnica".

Más información

El partido estuvo claramente dominado por España durante algunos momentos. Parecía estar ya controlado y Díaz Miguel se permitió un respiro. También todo el banquillo se tranquilizó. Era cuando Romay regalaba una muñequera a un seguidor y Díaz Miguel ordenaba callar, con una mueca cariñosa, a una hincha del equipo español que vociferaba por las constantes protestas del entrenador uruguayo.

Pero la tranquilidad en el banquillo no duró todo el partido. "De 23 puntos de ventaja pasamos a tener sólo 10", comenta Díaz Miguel, "y en esos momentos éramos los perdedores. Tuve que jugar con dos bases en el equipo para controlar el juego y no perder balones". Fue cuando el seleccionador se quedó ronco y juró en arameo al cometer Romay o Arcega personales inocentes: "¿Pero es que no os acabo de decir que no toquéis al contrario cuando tiene el balón? Si es que no aprendéis". Casi al momento, una palabra o un gesto cariñoso para suavizar la reprimenda. A los pocos segundos cumplían las instrucciones a rajatabla. Díaz Miguel guiñaba un ojo y decía a Lluís, segundo entrenador: "¿Ves lo que hay que hacer?".

Archivado En