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Ernest Bornemann,

sexólogo austriaco, ha descubierto una extraña teoría según la cual el sexo y el socialismo en Austria están irremediablemente unidos. Según la teoría de Bornemann, el resurgir del Partido Socialista Austriaco, sin coaliciones, estaría a la vuelta de la esquina si todos los Ciudadanos se decidieran a gozar de su sexualidad. Así se desprende de sus declaraciones a una revista, en las que manifiesta que aquellos que votan en Austria por el partido socialista mantienen relaciones sexuales más satisfactorias que aquellos que eligen partidos conservadores. Este descubrimiento tiene tan intrigados a...

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sexólogo austriaco, ha descubierto una extraña teoría según la cual el sexo y el socialismo en Austria están irremediablemente unidos. Según la teoría de Bornemann, el resurgir del Partido Socialista Austriaco, sin coaliciones, estaría a la vuelta de la esquina si todos los Ciudadanos se decidieran a gozar de su sexualidad. Así se desprende de sus declaraciones a una revista, en las que manifiesta que aquellos que votan en Austria por el partido socialista mantienen relaciones sexuales más satisfactorias que aquellos que eligen partidos conservadores. Este descubrimiento tiene tan intrigados a los propios políticos socialistas que van a discutirlo con su defensor en un programa de televisión, porque está claro que desearían saber si podría depender de una mejor educación sexual de los jóvenes el que el Partido Socialista Austriaco, actualmente en el poder con los liberales, se perpetúe en el Gobierno.

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