Fútbol

Maradona llega a Italia entre grandes medidas de seguridad

"Está pero no se ve", titulaba ayer tarde a toda página un diario deportivo italiano. Por fin llegó el ansiado Maradona. Aterrizó en el aeropuerto romano de Fiumicino, a las 14.05 horas de ayer. Los viajeros que contemplaban la escena desde lejos podían pensar que en vez de un ídolo deportivo estaba llegando un gran criminal o un apestado. Tenía que llegar virginal a su reino de Nápoles sin que nadie pudiera profanarlo en Roma, que buena alforja de dinero, lágrímas y ansiosas esperas les estaba costando a los napolitanos. Mientras tanto, el Barcelona resolvía el expediente disciplinario que le...

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"Está pero no se ve", titulaba ayer tarde a toda página un diario deportivo italiano. Por fin llegó el ansiado Maradona. Aterrizó en el aeropuerto romano de Fiumicino, a las 14.05 horas de ayer. Los viajeros que contemplaban la escena desde lejos podían pensar que en vez de un ídolo deportivo estaba llegando un gran criminal o un apestado. Tenía que llegar virginal a su reino de Nápoles sin que nadie pudiera profanarlo en Roma, que buena alforja de dinero, lágrímas y ansiosas esperas les estaba costando a los napolitanos. Mientras tanto, el Barcelona resolvía el expediente disciplinario que le había abierto y sancionaba al jugador con 1.100.000 pesetas.Ningún periodista ni fotógrafo pudo acercarse al avión en Roma. En las escalerillas le esperaban sólo algunos empleados del aeropuerto y la policía. Y tres coches llegados desde Nápoles para recoger la joya preciosa: un Volvo 744, un Ranger Rover y un BMW. Maradona, tragado por uno de los automóviles blindados, escoltado por la policía, se volatilizó. Salió como un jefe de Estado, sin aduanas ni control de pasaporte ni de maletas, por una puerta invisible.

Hasta esta tarde seguirá escondido, al parecer en una isla -lschía o Capri- en espera de su epifanía pública y solemne en el gran estadio de San Paolo, donde le esperarán 80.000 hinchas a quienes se cobrará entrada.

Hoy será el gran "jueves histórico". Todo está preparado, hasta la medalla de oro acuñada con el nombre de Diego Armando Maradona que le será entregada solemnemente por las autoridades, como a los grandes emperadores.

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