METALES

Cómo comprar plata sin tener que pagar el impuesto de lujo

La inversión en metales preciosos está desestimulada en España por las trabas administrativas, que establecen un 30% de impuesto de lujo en este tipo de compras. Pero alguna sociedad intermediaria viene trabajando hace años con un sistema que evita tener que abonar este recargo. El método empleado es relativamente simple: el inversor particular compra plata en el mercado de Madrid a través de una sociedad intermediaria (al precio que esté vigente ese día), pero él no llega a tomar posesión del metal, que queda en depósito en la Sociedad Española de Metales Preciosos hasta el día en que decide...

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La inversión en metales preciosos está desestimulada en España por las trabas administrativas, que establecen un 30% de impuesto de lujo en este tipo de compras. Pero alguna sociedad intermediaria viene trabajando hace años con un sistema que evita tener que abonar este recargo. El método empleado es relativamente simple: el inversor particular compra plata en el mercado de Madrid a través de una sociedad intermediaria (al precio que esté vigente ese día), pero él no llega a tomar posesión del metal, que queda en depósito en la Sociedad Española de Metales Preciosos hasta el día en que decide desprenderse de ella. La sociedad intermediaria entrega al comprador un certificado de inversión (que debe ser declarada a Hacienda) como garantía del depósito.

Para convertir nuevamente la plata en dinero es necesario avisar a la sociedad intermediaria solamente con 48 horas de antelación. El precio al que se efectuará la venta será el del fixing de Londres de ese día.

Con este método, el inversor debe pagar la comisión de la sociedad intermediaria más los gastos ocasionados por el depósito, y que José María Palazón, administrador de una de estas sociedades, calcula en torno al 20%.

Este alto porcentaje sitúa la eficacia de este tipo de inversiones en un plazo mínimo de cinco años, en espera de que las cotizaciones de la plata consiguan superar esa tasa y vender con beneficio. Por ello, se trata de una colocación que los expertos denominan fría, es decir, que el dinero busca sobretodo guardarse las espaldas ante un deterioro de la peseta.

No hay que olvidar que la cotización de la plata, que no ha superado los 10 dólares la onza troy (31,1035 gramos) como media en los cuatro primeros meses del año, mientras que en 1982 se situó en 15,81 dólares, sufre invariablemente fuertes presiones especulativas y refleja las oscilaciones de la coyuntura industrial.

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