ANDALUCÍA

La secuestradora de un bebé gitano ha desaparecido sin dejar pista alguna

La policía sevillana seguía ayer sin noticias de la presunta secuestradora de un bebé gitano de algo menos de un mes de edad, desaparecido el pasado miércoles en el mercado sevillano de la calle Feria. La madre del niño, María Fátima Ramos Ramos, de 23 años, gitana, ha dado a la policía una descripción de la presunta secuestradora, que es, de momento, la única base sobre la que trabaja la policía.En su edición de ayer, El correo de Andalucía recogía declaraciones de la madre del niño desaparecido. Según dichas declaraciones, María Fátima Ramos Ramos estaba pidiendo limosna en la calle S...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La policía sevillana seguía ayer sin noticias de la presunta secuestradora de un bebé gitano de algo menos de un mes de edad, desaparecido el pasado miércoles en el mercado sevillano de la calle Feria. La madre del niño, María Fátima Ramos Ramos, de 23 años, gitana, ha dado a la policía una descripción de la presunta secuestradora, que es, de momento, la única base sobre la que trabaja la policía.En su edición de ayer, El correo de Andalucía recogía declaraciones de la madre del niño desaparecido. Según dichas declaraciones, María Fátima Ramos Ramos estaba pidiendo limosna en la calle Sierpes cuando se acercó una mujer de unos 50 años de edad, complexión fuerte, aspecto de clase media acomodada y pelo castaño. La citada mujer empujaba un cochecillo de niño vacío. "Se me acercó ofreciéndome 100 pesetas para leche, dinero que yo cogí; luego, se vino conmigo, me indicó una casa y me señaló que vivía allí. Me preguntó que cuántos hijos tenía y qué iba a comprar para comer; llegando al mercadillo me volvió a dar dinero, 200 pesetas". Ambas entraron en el mercado y, según el relato de María Fátima Ramos, antes de que ésta se acercara a la carnicería, la supuesta benefactora le indicó la conveniencia de que le dejara el niño en brazos unos momentos mientras compraba. María Fátima Ramos no receló nada y se lo dejó. Cuando regresó, el niño y la mujer habían desaparecido.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En