CATALUÑA

Dos psiquiatras investigarán la conducta del presunto asesino de María Teresa Mestre

Ángel Emilio Mayayo volvió ayer a la cárcel de Figueres (Gerona) tras dormir en una celda especial de aislamiento de la prisión de Tarragona. Mayayo, que el pasado miércoles participó en la reconstrucción del crimen de María Teresa Mestre en su apartamento de Cambrils, se encontraba tranquilo, dispuesto a rehacer su vida, y animado por las llamadas de Ana, su novia, con quien incluso pudo hablar telefónicamente desde Reus. Mayayo ha pedido los permisos necesarios para poder estudiar una carrera universitaria y ha encontrado en el deporte una terapia perfecta para calmar sus ansiedades. El juez...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Ángel Emilio Mayayo volvió ayer a la cárcel de Figueres (Gerona) tras dormir en una celda especial de aislamiento de la prisión de Tarragona. Mayayo, que el pasado miércoles participó en la reconstrucción del crimen de María Teresa Mestre en su apartamento de Cambrils, se encontraba tranquilo, dispuesto a rehacer su vida, y animado por las llamadas de Ana, su novia, con quien incluso pudo hablar telefónicamente desde Reus. Mayayo ha pedido los permisos necesarios para poder estudiar una carrera universitaria y ha encontrado en el deporte una terapia perfecta para calmar sus ansiedades. El juez ha designado a dos psiquiatras para que investiguen la presunta agresividad de Mayayo, negada por su madre.

Aunque en medios de la abogacía se tiene el convencimiento de que Ángel Emilio Mayayo actuó solo, aún se baraja alguna hipótesis sobre una posible inducción al crimen. La policía investiga hasta qué punto son significativas las amenazas recibidas hace unos meses por los Salomé, los destrozos en las motocicletas de los hijos de la familia o el extraño robo del Volkswagen Golf de María Teresa Mestre durante el verano pasado. El vehículo que conducía la víctima la tarde de su desaparición fue robado, tras hacer el puente en su sistema eléctrico. Sin embargo, el coche fue rápidamente encontrado cruzado en la vía del tren, a pocos metros de la estación de Salou, sin que faltara ningún objeto de la guantera.La actuación de Ángel Emilio Mayayo ha empezado a hacer circular informaciones sobre su agresividad. Una de las videntes, Pilar Prades, afirmó que en una ocasión Mayayo zarandeó a su madre, agarrándola violentamente del cuello hasta el extremo de causarle una visible lesión de la que ella la trató durante un tiempo. Pilar Prades, amiga íntima de María Teresa Mestre, explicó que Mayayo tenía atemorizada a su madre.

Un buen hijo con un carácter especial

Sin embargo, en la declaración que realizó ante el juez la madre del presunto asesino desmintió tales aseveraciones, señalando que era un buen hijo, a pesar de su especial carácter, que le llevó a vivir separado de ella, lejos de Pina de Ebro (Zaragoza). Algunos vecinos incluso han asegurado a los investigadores que Mayayo intentó tiempo atrás cometer una cruel gamberrada contra un gato al introducirlo en una batidora. La presunta agresividad del detenido, así como otros datos de su personalidad, será determinada por los psiquiatras designados por el juez: Narcís Pardalet, médico forense de Figueres, y Leopoldo Ortega-Monasterio, forense de I'Hospitalet, quienes presenciaron la reconstrucción del crimen en el apartamento de Cambrils.

Tranquilidad

Acerca de la reconstrucción del crimen realizada el miércoles, testigos presenciales han insistido en la tranquilidad demostrada en todo momento por Mayayo, excepto al salir del furgón policial, cuando estuvo a punto de no querer participar en la sesión. La intervención de un investigador que se sacó la chaqueta para cubrir el rostro del detenido y le dio ánimos fue decisiva. Otro momento delicado fue la entrada en el apartamento, cuando Mayayo se arrinconó en un ángulo de la estancia, sin mostrar el rostro, al ver las teatralizadas acusaciones de una de las videntes, que fueron cortadas de cuajo por el juez, quien también pidió al abogado de los Salomó, Jordi Claret, que se retirara para no cohibirle. Contrariamente a lo que cabría pensar, la explicación del aserramiento de la víctima en la bañera -en donde un agente sentado en posición fetal hizo las veces de María Teresa Mestre- la hizo sin ninguna emoción especial, contando su actuación con pelos y señales.Antes de iniciarse la reconstrucción del crimen, José Luis Calderón, abogado defensor de Mayayo, manifestó que la Prensa había dado "demasiada repercusión" al caso. No obstante, se mostró confiado en que los tribunales no se verán influidos por el estado de opinión creado por las informaciones sobre la personalidad de su cliente.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En