Nuevos radares, valorados en 5.000 millones, para aeropuertos españoles

La Dirección General de Aviación Civil estudia la adquisición de ocho nuevos radares, valorados en unos 5.000 millones de pesetas, para los principales aeropuertos españoles, con el objeto de mejorar las condiciones de seguridad de los aviones que sobrevuelen zonas próximas a los aeropuertos. En la actualidad, la Administración española analiza la posible elección del radar estadounidense ASR-9, fabricado por Westinghouse, que es el más avanzado de los adquiridos hasta el momento por la Administración Federal de Aviación de los EE UU.El plan de la Administración Española estaba planteado con a...

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La Dirección General de Aviación Civil estudia la adquisición de ocho nuevos radares, valorados en unos 5.000 millones de pesetas, para los principales aeropuertos españoles, con el objeto de mejorar las condiciones de seguridad de los aviones que sobrevuelen zonas próximas a los aeropuertos. En la actualidad, la Administración española analiza la posible elección del radar estadounidense ASR-9, fabricado por Westinghouse, que es el más avanzado de los adquiridos hasta el momento por la Administración Federal de Aviación de los EE UU.El plan de la Administración Española estaba planteado con anterioridad a los graves accidentes aéreos registrados en Madrid a finales del pasado año. No obstante, la Dirección General de Aviación Civil comunicó tras los accidentes que los programas de modernización se realizarían en menos tiempo que el previsto inicialmente.

Con el nuevo radar, que todavía no se fabrica en serie, los controladores de vuelo no sólo obtienen datos sobre la localización de los aviones, sino también sobre el estado del tiempo atmosférico en toda el área correspondiente al controlador. De esta forma, el operario puede informar a los pilotos sobre la ruta más conveniente a seguir, evitando la penetración en tormentas de granizo, turbulencias o áreas con presencia de rayos.

El ASR-9, que ya es un radar de los denominados de novena generación, también aporta información concreta sobre pequeños aviones o avionetas que vuelan a baja altura en las proximidades del aeropuerto, y elimina automáticamente falsas señales que recogen los actuales radares, como pájaros o antenas.

La Administración estadounidense ha adquirido 137 radares de este tipo para otros tantos aeropuertos norteamericanos.

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