Nueva amenaza de boicoteo africano, a los Juegos de Los Ángeles

La Unión Inglesa de Rugby (UIR) tomó ayer la decisión de llevar a cato una gira de un equipo inglés por Suráfrica durante la última semana de mayo y la primera quincen a de junio. La decisión fue criticada por el ministro de Deportes, Neil Macfarlane, el congreso de las Trade Union (sindicatos británicas), el Movimiento Antiapartheid, y el comité inglés de los Juegos de la Commonwealth. La Orgarízación para la Unidad Africana (OUA) advirtió que la decisión podía comportar "graves repercusíones" sobre los Juegos de la Commonwealth que deben celebrarse en Edimburgo en 1986. Una gír...

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La Unión Inglesa de Rugby (UIR) tomó ayer la decisión de llevar a cato una gira de un equipo inglés por Suráfrica durante la última semana de mayo y la primera quincen a de junio. La decisión fue criticada por el ministro de Deportes, Neil Macfarlane, el congreso de las Trade Union (sindicatos británicas), el Movimiento Antiapartheid, y el comité inglés de los Juegos de la Commonwealth. La Orgarízación para la Unidad Africana (OUA) advirtió que la decisión podía comportar "graves repercusíones" sobre los Juegos de la Commonwealth que deben celebrarse en Edimburgo en 1986. Una gíra similar de selección neozelandesa, los All Blacks, provocó un boicoteo de todos los países africaros -excepto Senegal y Costa Marfil- a los Juegos Olímpicos de 1976, en Montreal.En un año olímpico, y con los Juegos de Los Ángeles muy cercanos, la decisión de la Unión Inglesa de Rugby ha desatado una gran polémica en Gran Bretaña. La gira, anunciada desde hace meses, se convirtió en oficial ayer, al votar en su favor 46 de los 50 delegados de la UIR presentes en la asamblea celebrada en el hotel Hilton de Londres. Bob Weighill, secretario de la Unión, explicó tras la reunión que "esta decisión se ha tomado por aplastante mayoría, después de una consciente y cuidadosa consideración de todos los factores. Es coherente con la política de la Unión de jugar al rugby contra todo el mundo, sin importar la raza, color o creencias".

En los días anteriores a la votación, algunos delegados se habían mostrado partidarios de la gira al apuntar que "alguna cosa está cambiando en el deporte surafricano, y sería injusto que no lo reconozcamos con esta gira". Según estos delegados, la gira puede repercutir en una ampliación de estas medidas tendentes a eliminar el apartheid que, según ellos, está llevando a cabo el Gobierno surafricano.

La postura más dura en contra de la gira la protagonizó la Organización para la Unidad Africana. En un comunicado hecho público en Addis Abeba, la OUA solicitó al Gobierno británico la suspensión de la, gira. Según el comunicado, "la gira sólo puede conducir a un avance de los objetivos del apartheid", y puede tener "graves repercusiones" sobre los Juegos de la Commonwealth de 1986, que se celebrarán en Edimburgo.

En Kenia, los dirígentes deportivos del rugby de este país pidieron a sus colegas ingleses que anularan la gira, recordándoles que ésta violaría los acuerdos de Gleneagles de 1977, en los que se recomiencla que no haya relaciones deportivas con el régimen surafricano.

El Gobierno, en contra

Precisamente en un intento de salvar la cara, el comité inglés de los Juegos de la Commonwealth rectificó ayer su postura de no intervenir en el conflicto y solicitó a la Unión Inglesa de Rugby que anulase la gira. Según dicho comité, "la gira ataca el código de conducta de los países de la Commonwealth aprobado en Brisbane en 1982". Dicho código no hace referencia a los deportes no incluídos en los Juegos.

El Gobierno británico también ha tomado parte en la polémica. El ministro de Deportes, Neil Macfarlane, se mostró públicamente contrario a la gira. El Movimiento Antiapartheid pidió a Margaret Thatcher, primera ministra británica, que interviniese personalmente en el conflicto para anular la gira. El congreso de las Trade Union también apoyó la postura del ministro de Deportes, contraria a la gira, en una de las pocas ocasiones en que ha coincidido con el gobierno conservador de Thatcher.

La Unión Inglesa de Rugby ha sido acusada durante estos días de "no tener la mínima solidaridad con los deportes olímpicos ni con los Juegos de la Commonwealth". La medida podría implicar un boicoteo a los Juegos de la Commonwealth, pero no sólo de los países africanos, sino también de los países asiáticos y de las Indias Occidentales. Hassan Howa, ex presidente de la Asociación Olímpica de Suráfrica, expresó su malestar: "Si trabajas o juegas con tus opresores, te conviertes en instrumento de opresión".

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