Tore Andersson,

un recluta sueco, será indemnizado por el Estado con la suma de 300 coronas, correspondiente al valor de su anorak, que fue semicomido por un ratón. El recluta presentó una petición de indemnización a las autoridades del regimiento, junto con el testimonio de algunos camaradas y un oficial, pero la dirección de la defensa civil desestimó la solicitud argumentando que el daño no había sido ocasionado por ningún recluta o funcionario. El Gobierno, sin embargo, pese a reconocer que el ratón no era sino un huésped ocasional del regimiento, resolvió afirmativamente la petición de Andersson...

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un recluta sueco, será indemnizado por el Estado con la suma de 300 coronas, correspondiente al valor de su anorak, que fue semicomido por un ratón. El recluta presentó una petición de indemnización a las autoridades del regimiento, junto con el testimonio de algunos camaradas y un oficial, pero la dirección de la defensa civil desestimó la solicitud argumentando que el daño no había sido ocasionado por ningún recluta o funcionario. El Gobierno, sin embargo, pese a reconocer que el ratón no era sino un huésped ocasional del regimiento, resolvió afirmativamente la petición de Andersson

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