Cuartos de final de la Copa del Rey

El Deportivo superó al Real Madrid sobre el barrizal

El Deportivo consiguió sobreponerse al hábitat, se movió con alegría en los charcos, mantuvo las líneas de flotación, todo ello en una demostración empírica de que hay caracteres anfibios en las raíces étnicas gallegas. No obstante, lo definitivo, como casi siempre, fue la voluntad, y ese algo de suerte que esta vez se presentó en la bota de Bonet. Y es que el Coruña salió con desmesura de alma, única herramienta útil ante la imposibilidad de ejercitar la dimensión estética. Este equipo que anda por el purgatorio en la tabla de segunda, pugnó desde el inicio por revivir el mito bíblico...

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El Deportivo consiguió sobreponerse al hábitat, se movió con alegría en los charcos, mantuvo las líneas de flotación, todo ello en una demostración empírica de que hay caracteres anfibios en las raíces étnicas gallegas. No obstante, lo definitivo, como casi siempre, fue la voluntad, y ese algo de suerte que esta vez se presentó en la bota de Bonet. Y es que el Coruña salió con desmesura de alma, única herramienta útil ante la imposibilidad de ejercitar la dimensión estética. Este equipo que anda por el purgatorio en la tabla de segunda, pugnó desde el inicio por revivir el mito bíblico de abatir al poderoso, aunque esta vez el Goliat merengue se presentó diezmado, sin polvo de estrellas, y con la quinta revolucionaría del buitre en la casa del padre el Castilla.Parecía bonito mientras duraba. Pero, en pleno dominio, gol de Ángel. El Deportivo siguió bordando en lino blanco bajo la lluvia. El equipo merengue anduvo desorientado, sin encordar, encogido en la tundra, deshaciendo con la derecha lo que construía la izquierda, o viceversa. En punta y en solitario, luchaba Santillana. Ni los elementos eran favorables ni la defensa coruñesa fue ingenua.

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