El interés de Aresbank por el Atlántico desconcierta a los competidores

Los accionistas privados nacionales de Aresbank (Banco Árabe Español) no tenían información sobre las pretensiones de este banco de recibir información complementaria sobre el Atlántico. En la última reunión del comité ejecutivo de Aresbank, anterior a la finalización del plazo dado por el Fondo de Garantía de Depósitos para que los bancos se definieran sobre su posible interés en adquirir el mayor banco de Rumasa, no se informó de la decisión de acudir a la subasta. La posición de partida de la Administración en la adjudicación, reduciendo al máximo los apoyos a los compradores, tampoco despe...

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Los accionistas privados nacionales de Aresbank (Banco Árabe Español) no tenían información sobre las pretensiones de este banco de recibir información complementaria sobre el Atlántico. En la última reunión del comité ejecutivo de Aresbank, anterior a la finalización del plazo dado por el Fondo de Garantía de Depósitos para que los bancos se definieran sobre su posible interés en adquirir el mayor banco de Rumasa, no se informó de la decisión de acudir a la subasta. La posición de partida de la Administración en la adjudicación, reduciendo al máximo los apoyos a los compradores, tampoco despeja incógnitas.La convocatoria de venta del Banco Atlántico, la mayor institución financiera controlada por Rumasa, ha provocado posiciones contradictorias entre los contendientes y en el resto del sector bancario. A los dos bancos privados -Bilbao y Vizcaya-, que normalmente suelen mostrarse interesados por estudiar la posible compra de cualquier banco, se han unido las aspiraciones del Banco Exterior de España, con mayoría de capital pública, y Aresbank, entidad de pequeño tamaño y cuyo capital se reparte entre dos instituciones financieras árabes, el sector público español y algunos bancos privados.

Se mantienen las incógnitas

Los cuatro bancos que han manifestado estar interesados en recibir toda la información que el Fondo de Garantía de Depósitos proporciona para participar en una subasta mantienen una actitud prudente de espera sin querer dar un paso adelante antes que el resto. La carrera por anunciar que se está en el concurso ha sorprendido ya que lo normal hasta ahora era permanecer en la sombra.La propia composición del grupo de bancos que en principio concurrirán en la subasta -pedir información no significa que se tenga que presentar una oferta al término de los plazos- no ha despejado ninguna de las incógnitas que siguen existiendo. En medios financieros privados se considera como poco probable que Aresbank acabe presentando una oferta final y se piensa que su presencia puede representar más una toma de posición para las futuras subastas de bancos de Rumasa que un deseo firme de ir a por el Atlántico. La dimensión real de Aresbank se presenta como un obstáculo más y la idea que impera es que a la larga Aresbank ampliará su base en pesetas a partir de alguno de los bancos pequeños de Rumasa con implantación a las orillas del Mediterráneo, antes que con la adquisición de un banco del tamaño del Atlántico.

Los expertos encargados de estudiar las condiciones de partida que el FGD establece para la adjudicación del Atlántico no ven demasiadas salidas de negociación a partir de las cuales puedan obtener mejoras de relativa importancia. La inexistencia de apoyos oficiales, préstamos a medio o largo plazo y a bajo tipo de interés, y la obligatoriedad de que el Atlántico cumpla coeficientes como cualquier entidad rompen bastantes de las expectativas creadas. La salida que tratan de encontrar los potenciales compradores se centra en el volumen de activos que se pueda quedar el FGD, tanto en riesgos contraídos con empresas de Rumasa como en el exterior.

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