El juez de Reus confirma la libertad, sin cargos, del matrimonio interrogado sobre el crimen

El magistrado juez Mariano Muñoz, titular del Juzgado de Instrucción, número 2 de Reus, instructor del caso Mestre, explicó ayer a este diario que el matrimonio que trabaja en la masía de Josep Maria Virgili, conocida como Mas Virgili, "está en libertad total, libre de todo cargo" que sobre ellos "no pesa sospecha alguna" y que sus nombres "no deberían relacionarse con la muerte de María Teresa Mestre". Estas declaraciones coincidían ayer con la salida de Enrique Salomó de la prisión de Tarragona. El lunes, la Audiencia Nacional le había concedido la prisión atenuada por razones humanitarias y...

El magistrado juez Mariano Muñoz, titular del Juzgado de Instrucción, número 2 de Reus, instructor del caso Mestre, explicó ayer a este diario que el matrimonio que trabaja en la masía de Josep Maria Virgili, conocida como Mas Virgili, "está en libertad total, libre de todo cargo" que sobre ellos "no pesa sospecha alguna" y que sus nombres "no deberían relacionarse con la muerte de María Teresa Mestre". Estas declaraciones coincidían ayer con la salida de Enrique Salomó de la prisión de Tarragona. El lunes, la Audiencia Nacional le había concedido la prisión atenuada por razones humanitarias y debido a los; "excepcionales sucesos" que le afectan. Salomó no hizo declaraciones.

En cuanto a la sierra y el trapo manchado con sangre, hallados por la Guardia Civil de Salou en el Mas Virgili, situado en el término municipal de Cambrils, el magistrado explicó que en estos momentos se encuentran depositados en el Juzgado número 2 de Reus, pero que que aún no han sido analizados. El utensilio intervenido presenta dientes gruesos, propios de tareas agrícolas, mientras la autopsia demostró que la víctima fue descuartizada con una sierra de dientes muy finos, lo que parece descartar que se trate de la herramienta utilizada por el asesino. La sangre del trapo podría pertenecer a una herida sufrida por el agricultor hace unos días.En relación al encarcelamiento de los agricultores, el juez Mariano Muñoz explicó que todo se trata de una mala, interpretación, de una equivocación que alguien ha cometido. "El pasado lunes quise tomar declaración a esos señores y, como ya era tarde, ordené que un oficial preparara una conducción a la cárcel provincial, por si, más tarde, después de la declaración, creía conveniente que fueran enviados a prisión". "Fue una medida de precaución y de carácter operativo que suelo adoptar, que alguien malinterpretó, y que después de las declaraciones dejé sin efecto", dijo el magistrado.

El matrimonio de agricultores, formado por Juan Damián López Cervantes y Angela María Anglada, de 36 y 34 años, respectivamente, manifestó ayer que les resulta "incomprensible" lo que ha sucedido en torno a ellos. Aclararon que en ningún momento habían sido detenidos y que acompañaron voluntariamente a la Guardia Civil hasta el cuartel de la 414 Comandancia de Tarragona.

Las preguntas que les formularon allí estaban encaminadas a conocer dónde se encontraban durante los días del secuestro y asesinato de María Teresa Mestre. Juan López manifestó no tener miedo y negó que tuviera antecedentes penales en Andorra, así como haber estado alguna vez en Perpiñán. Su esposa, que ayer precisamente cumplió 34 años, dijo que "nunca habíamos visto a la señora Salomó".

Mañana acudirán a declarar los hijos de Enrique Salomó, asi como otros familiares, que estarán acompañados por el abogado Jordi Claret Andreu. El día 7 prestará declaración Enrique Salomó, que desde la una de la tarde de ayer se halla custodiado por dos policías en su domicilio de Tarragona, trasabandonar la prisión provincial. Por otra parte; los hermanos Ferrero, propietarios de-la empresa Raelca, actualmente encarcelados en Carabanchel y que están en huelga de hambre, han enviado una carta de pésame a Salomó, en la que se quejan por su situación penitenciaria.

Mientras, los investigadores han llegado a nuevas conclusiones sobre la muerte de María Teresa Mestre. Tras un nuevo análisis de la forma y el lugar en que apareció el cadáver, el hecho de que no se apreciaran apenas restos de polvo, a pesar de que soplaba un intenso viento del Norte la noche en que fue hallado, parece indicar que el asesino debió verse sorprendido por algún ruido o por la súbita llegada del camión de la basura y dejó el cadáver en medio del descampado, cuando quizá su intención era depositarlo junto al resto de escombros para hacerlo desaparecer.