¿Éxito o fracaso?

El torneo de Navidad, a la vista de las últimas ediciones, estaba destinado a desaparecer. Sin embargo, parece haberse salvado. El baloncesto, a veces nadie sabe exactamente por qué, es un deporte en alza, y de eso se ha aprovechado el torneo. La gente se está acostumbrando a llenar un pabellón, antiguo ya y muy pequeño para albergar ciertos espectáculos. Por eso, no es sorpresa que el público acudiera en masa hasta a un torneo amistoso. La organización preparó un plantel atractivo. De todas formas, y lo anunció Saporta, su organizador, días antes de dar comienzo, los ingresos por taquillaje, ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El torneo de Navidad, a la vista de las últimas ediciones, estaba destinado a desaparecer. Sin embargo, parece haberse salvado. El baloncesto, a veces nadie sabe exactamente por qué, es un deporte en alza, y de eso se ha aprovechado el torneo. La gente se está acostumbrando a llenar un pabellón, antiguo ya y muy pequeño para albergar ciertos espectáculos. Por eso, no es sorpresa que el público acudiera en masa hasta a un torneo amistoso. La organización preparó un plantel atractivo. De todas formas, y lo anunció Saporta, su organizador, días antes de dar comienzo, los ingresos por taquillaje, a pesar del éxito, no cubren ni el alojamiento de los tres equipos. Parecería un éxito destinado al fracaso. El baloncesto no puede vivir sin patrocinadores. Una cadena de grandes almacenes, el Corte Inglés, costeó el asunto.El beneficio, en definitiva, lo determinará no el Real Madrid sino la empresa que patrocina el torneo. Ella será quien distinga si ha sido un éxito o un fracaso.

Más información

Archivado En