Crítica:

Una tragedia sin atributos sobrenaturales

El tema central de Los olvidados es, según Fernando Cesarman, el abandono de los niños, "fenómeno en donde cobra todo su significado el impulso filicida que ya se anticipara en La edad de oro". A partir de ahí, el imperialismo del complejo edípico sirve para explicarlo casi todo. Y si la ausencia del padre-autoridad pare ce dejar libre al hijo, la autoridad-policía representa al padre que "no sólo castiga sino que impide tener una relación alimenticia con la madre".Octavio Paz abandona los tiralíneas académicos, que destripan su objeto tras la cautela previa de reducirlo a...

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El tema central de Los olvidados es, según Fernando Cesarman, el abandono de los niños, "fenómeno en donde cobra todo su significado el impulso filicida que ya se anticipara en La edad de oro". A partir de ahí, el imperialismo del complejo edípico sirve para explicarlo casi todo. Y si la ausencia del padre-autoridad pare ce dejar libre al hijo, la autoridad-policía representa al padre que "no sólo castiga sino que impide tener una relación alimenticia con la madre".Octavio Paz abandona los tiralíneas académicos, que destripan su objeto tras la cautela previa de reducirlo a sus medidas metodológicas, y halla, más abierto a sugerencias informes, en el filme la esencia de la tragedia. Mientras el género clásico enfrentaba a su héroe con el destino y carecía de suspense porque el destino siempre sometía a sus personajes, en Los olvidados, Paz halla la vieja fatalidad, "sólo que despojada de sus atributos sobrenaturales: ahora nos enfrentamos a una fatalidad social y psicológica". Buñuel prefirió, como dijo, "dejar a las fuerzas del progreso el cuidado de encontrar una salida".

El filme tiene la fotografía de un artesano exquisito, Gabriel Figueroa, que tuvo sus más y sus menos con el cineasta. porque Buñuel le pidió renunciar a la belleza, aunque, en el fondo, su voluntario feísmo también es una estética laboriosa. Figueroa, con todo, matizó el blanco y negro con una gama de grises, pequeña debilidad del realizador aragonés que no volvería a permitirse con Figueroa en Él.

Crónica de un desamparo colectivo sin tibiezas compasivas ni con ángelitos castigados, los olvidados son de armas tomar aunque estén a la defensiva. La película puede parecer un documento social, pero Buñuel no se conforma con un relato dramático y lo enrarece con unas maneras narrativas peculiares aunque menos cortantes de lo que hubiera deseado ya que, como contó Buñuel a Bazin, la productora no le dejó poner 100 músicos en un edificio en construcción para adornar la imagen callejera de sus niños olvidados.

Los olvidados se emite hoy a las 21.30 horas por la segunda cadena.

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