Rugby

Un argentino, condenado al causar intencionadamente la muerte a un rival

Un jugador de rugby argentino ha sido condenado en Santa Fe, al norte de Argentina, a nueve años de prisión y al pago de casi diez millones de pesetas, por haber provocado intencionadamente la muerte a un jugador rival en el transcurso de un encuentro disputado el pasado mes de abril.

El tribunal de Santa Fe no encontró ninguna circunstancia atenuante a Luis Colliard, tercera línea de un club de Paraná. Éste propinó una patada en la cabeza a Cayetano Massi, otro delantero de un club local, que falleció 19 días más tarde sin haber recuperado el conocimiento. La jugada se produjo tras...

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Un jugador de rugby argentino ha sido condenado en Santa Fe, al norte de Argentina, a nueve años de prisión y al pago de casi diez millones de pesetas, por haber provocado intencionadamente la muerte a un jugador rival en el transcurso de un encuentro disputado el pasado mes de abril.

El tribunal de Santa Fe no encontró ninguna circunstancia atenuante a Luis Colliard, tercera línea de un club de Paraná. Éste propinó una patada en la cabeza a Cayetano Massi, otro delantero de un club local, que falleció 19 días más tarde sin haber recuperado el conocimiento. La jugada se produjo tras un reagrupamiento en el que ambos jugadores chocaron con fuerza. Colliard saldo la disputa con una patada en la cabeza a Massi.

El árbitro, que expulsó al agresor, fue el principal testigo de cargo en el juicio. El juez determinó que el golpe mortal había sido ejecutado "para causar deliberadamente daño a la víctima" cuando ambos jugadores se encontraban lejos de la acción del juego y de la pelota". Las lesiones graves en rugby no suelen ser habituales, pues la aparente violencia del juego es controlada con un reglamento muy rígido y la nobleza de los jugadores que saben ya a qué atenerse. En ciertas ocasiones, sin embargo, los daños producidos por los contactos en este deporte rebasan los normales de traumatismos, fruto de la fuerza empleada en las jugadas.

Cabe reseñar, por ejemplo, la agresión del italiano Paoletti hace tres años a un rival, al que arrancó una oreja después de una melée. El talonador -jugador que hace funciones de delantero, como primera línea, para sacar los balones en touche, o fueras de banda, e intenta recuperar el balón tras las introducciones en las melées-, fue también condenado a unos meses de prisión.

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