"Un militar hasta las cachas"

El teniente general José Luis Aramburu Topete, después de 47 años de permanencia en el Ejército se define a sí mismo como "un militar hasta las cachas". Integrado en las filas franquistas, resultó herido grave en 1937 en la batalla de Teruel, durante la guerra civil española. Como capitán de la División Azul, el 10 de febrero de 1943 participó en la batalla de Krasniloz, a la que sobrevivieron sólo 36 de los 212 españoles de la unidad. Rechazó en 1963 el nombramiento de gobérnador civil de Cáceres, propuesto por el ministro de la Gobernación Camilo Alonso Vega. Al inicio de la transición fue d...

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El teniente general José Luis Aramburu Topete, después de 47 años de permanencia en el Ejército se define a sí mismo como "un militar hasta las cachas". Integrado en las filas franquistas, resultó herido grave en 1937 en la batalla de Teruel, durante la guerra civil española. Como capitán de la División Azul, el 10 de febrero de 1943 participó en la batalla de Krasniloz, a la que sobrevivieron sólo 36 de los 212 españoles de la unidad. Rechazó en 1963 el nombramiento de gobérnador civil de Cáceres, propuesto por el ministro de la Gobernación Camilo Alonso Vega. Al inicio de la transición fue directo colaborador del general Gutiérrez Mellado. Como director de la Guardia Civil, un subordinado suyo, Tejero, intentó dar un golpe de Estado y le amenazó de muerte con su propia pistola. Tiene 21 condecoraciones nacionales y cinco extranjeras. Ésos son algunos de los hechos más destacados en la biografía.Este hombre, que nació en Huelva, el 23 de julio de 1918, ha sido en los últimos meses el encargado de convencer a los socialistas de que la Guardia Civil se encuentra a las órdenes del nuevo Gobierno. A juzgar por las constantes manifestaciones del ministro del Interior, José Barrionuevo -que califica a la Institución de "descubrimiento" para el Gobierno-, la misión de Aramburu ha sido un éxito.

Junto a este supuesto éxito, hay otra aspecto que ha contribuido a las buenas relaciones Gobierno-Guardia Civil: ningún atentado ha originado peligrosas reacciones en el seno del cuerpo, cuyos integrantes son desde hace más de 15 años los más castigados por el terrorismo. Entre las anécdotas que recuerda, una insólita: asegura el general que, gracias a su directa intervención, el 11 de octubre de 1937 no fue volado por miembros del Ejército republicano el puente románico de Cangas de Onís.

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