Antonio García Moreno

Conocido en la cárcel como "el Hippy', permaneció más de 10 meses en prisión con los "grapo' debido a un error policial JOSÉ YOLDI, Madrid

La Audiencia Nacional le ha absuelto con toda clase de pronunciamientos favorables y la Magistratura de Trabajo ha obligado a su empresa a readmitirle después de que ésta le despidiera al día siguiente de ser detenido por la policía acusado de pertenecer a los GRAPO. Antonio García es amigo del grapo Víctor Calcerrada desde hace años, aunque desconocía que perteneciera. El fiscal de la Audiencia Nacional le consideró colaborador de los GRAPO y solicitó para él la pena de siete años de prisión y 100.000 pesetas de multa. Sin embargo, el tribunal estimó que no había constancia de que, al alberga...

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La Audiencia Nacional le ha absuelto con toda clase de pronunciamientos favorables y la Magistratura de Trabajo ha obligado a su empresa a readmitirle después de que ésta le despidiera al día siguiente de ser detenido por la policía acusado de pertenecer a los GRAPO. Antonio García es amigo del grapo Víctor Calcerrada desde hace años, aunque desconocía que perteneciera. El fiscal de la Audiencia Nacional le consideró colaborador de los GRAPO y solicitó para él la pena de siete años de prisión y 100.000 pesetas de multa. Sin embargo, el tribunal estimó que no había constancia de que, al albergar a Calcerrada durante dos noches, en septiembre de 1982, y darle un mensaje telefónico, fuera consciente de que favorecía al citado grupo, sino a su amigo.

Fue detenido el 3 de diciembre de 1982 y ha estado en prisión hasta el 7 de octubre de este año. "Cinco policías se presentaron en casa a las tres de la mañana. Yo vivo en Moratalaz y estaba con otros tres amigas. Los policías registraron todo sin enseñarme ninguna orden, porque dijeron que no había necesidad. Después me dijeron que les acompañara y me llevaron a la DGS. Yo no, sabía de qué iba la cosa. Allí me preguntaron por Víctor y más tarde me acusaron de ser miembro de un comando de los GRAPO".Antonio García Moreno contó su historia a EL PAIS. "Yo era amiguete de Víctor desde hacía siete años y mantenía con él una relación normal. En una ocasión le pedí dinero, porque lo necesitaba y era fin de mes, y el me mandó un giro telegráfico desde Barcelona. A raíz de esto me detuvieron. Me aplicaron la ley Antiterrorista. Al tercer día se dieron cuenta de que no era de ningún comando, pero creían que colaboraba. Tras una serie de coacciones y malos tratos, me hicieron firmar una declaración en la que me autoinculpaba. Después, en el juzgado, rectifique aquella declaración, pero no toda porque estaba asustado y no sabía hasta qué punto podía cambiar la declaración sin que los policías se ofendieran".

"Estuve en Carabanchel siete meses en prisión preventiva; después, tres meses en Zamora y otros 15 días en Alcalá-Meco. En Carabanchel estaba en la comuna porque estaba con Víctor. Pero a Zamora no quería ir porque yo no era de los GRAPO, aunque después me acogieron muy bien. La vida con ellos fue muy bien. La forma de ser de ellos era muy distinta a la mía, pero me adapté. Tenía mis lecturas, escribía poesías y me dedicaba a hacer trabajos manuales, como pulseras hippies. También hacia yoga y meditación. Yo rompía la monotonía, porque los tíos son muy disci plinados y yo siempre estaba de juerga".

¿Un 'grapo' con pendiente?

Antonio García Moreno tierte intención de "solicitar una indeninización por este, claro error judiciál. Me he pasado casi 11 meses en prisión y el Estado debe responder por estos hechos. A mí no me unía nada con los GRAPO, y si he conocido a 60 de sus miembreis es porque la policía ha querido que los conozca. ¿Cuándo se ha visto a un grapo con un pendiente? Yo sólo era amigo de Víctor".

"Además", explica García Moreno, "los GRAPO tienen el tabú de la droga. Los porros, por ejernplo, no los pueden ni ver, y yo loas tomaba, pero nunca cuando estaba con ellos para que no tuvieran que molestarse. Yo no participaba en sus actividades políticas ni iba a las charlas que organizaban, y ellos tampoco me obligaban".

"En Moratalaz me conocen como Osi, y en el mes de mayo, cuando estaba en la cárcel, hicieron un festival de rock, en el que no había ambiente político ni nada, para apoyarme y mandarme dinero".

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