Dos trabajadores de la central nuclear de Trillo perdieron la vista

Dos trabajadores de la central nuclear de Trillo (Guadalajara) han perdido la vista al retirarse las lentes de contacto y salir adheridas a ellas la córnea de sus ojos, según fuentes de CC OO.Uno de los trabajadores, electricista, provocó un chispazo al cortar un contacto, sin que aparentemente sufriera lesión alguna. El otro, soldador, levantó su máscara para posicionar mejor el electrodo, tropezó con la pieza que iba a soldar y produjo un chispazo, algo muy frecuente en este tipo de soldaduras. Ambos trabajadores, que utilizaban lentes de contacto, volvieron después a sus casas y, al quitars...

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Dos trabajadores de la central nuclear de Trillo (Guadalajara) han perdido la vista al retirarse las lentes de contacto y salir adheridas a ellas la córnea de sus ojos, según fuentes de CC OO.Uno de los trabajadores, electricista, provocó un chispazo al cortar un contacto, sin que aparentemente sufriera lesión alguna. El otro, soldador, levantó su máscara para posicionar mejor el electrodo, tropezó con la pieza que iba a soldar y produjo un chispazo, algo muy frecuente en este tipo de soldaduras. Ambos trabajadores, que utilizaban lentes de contacto, volvieron después a sus casas y, al quitarse las lentes, la córnea salió junto con la lentilla.

Los accidentes, según informa Ana Merino desde Guadalajara, se produjeron en el pasado mes de julio y en días distintos. En el primero de los casos, la ceguera fue provocada por un fuerte fogonazo al desconectar el operario una clavija y, en el segundo, por el arco voltaico de la soldadura.

Según informa CC OO, el resultado en los dos casos fue una ceguera definitiva. Al parecer, el arco eléctrico genera microoridas que secan instantáneamente el líquido entre el ojo y la lente, lo cual provoca que la córnea se adhiera a la lente. Este fenómeno, según las fuentes de CC OO, no causa ningún dolor, y el trabajador no se da cuenta de que el daño se ha producido hasta que se quita las lentes de contacto. El sindicato ha comunicado el hecho a los organismos competentes.

En medios profesionales consultados por EL PAIS, la noticia despertó serias reservas. El criterio general en estos casos es que si se produce un arco voltaico tan superintenso como para dejar ciega a una persona, la reacción es inmediata y afectaría por igual al portador de lentes de contacto o al que no los llevara. Pero si se da un aumento muy importante de la temperatura, lo que ocurre es que afecta al epitelio corneal y se produce una desepiteliación que obliga a la persona a cerrar los ojos.

En este último caso, se trata de un fenómeno pasajero que produce la desecación del epitelio, primera capa del tejido corneal; se produce una fotofobia o intolerancia a la luz, enfermedad molesta y dolorosa pero recuperable. El aumento de temperatura, al quitarse la mascarilla de protección, igualmente produciría desecación del epitelio a una persona que no llevara lentes.

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