GENTE

César Polledo García,

ex funcionario de la Diputación de Madrid, de 75 años, está cobrando desde el mes de abril la pensión de viudedad. Algo que antes era impensable empieza a ser usual en este país. La esposa de César trabajó por espacio de diez meses como obrera en una fábrica de bombillas en 1924, pero al contraer matrimonio, como era antes habitual, dejó de trabajar. Más de 40 años después, en 1965, César reclamó la pensión para su esposa, lo que le fue concedido. Tras los trámites pertinentes, su esposa empezó a percibir mensualmente 17.000 pesetas, pero la sorpresa llegó tras la muerte de la misma. Inmediate...

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ex funcionario de la Diputación de Madrid, de 75 años, está cobrando desde el mes de abril la pensión de viudedad. Algo que antes era impensable empieza a ser usual en este país. La esposa de César trabajó por espacio de diez meses como obrera en una fábrica de bombillas en 1924, pero al contraer matrimonio, como era antes habitual, dejó de trabajar. Más de 40 años después, en 1965, César reclamó la pensión para su esposa, lo que le fue concedido. Tras los trámites pertinentes, su esposa empezó a percibir mensualmente 17.000 pesetas, pero la sorpresa llegó tras la muerte de la misma. Inmediatemente, y sin necesidad de trámite ninguno, César Polledo recibió una carta del banco en el que estaba domiciliada la pensión comunicándole que le era ingresada la parte correspondiente a pensión de viudedad.

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