Seat pide al INI 55.000 millones de pesetas

El presidente de Seat, Juan Miguel Antoñanzas, pidió públicamente ayer id Instituto Nacional de Industria (INI) 55.000 millones de pesetas para capitalizar la sociedad. Para Antoñanzas, esa es la única posibilidad para que, de acuerdo con su plan estratégico, la empresa automovilística obtenga beneficios en 1985. Según el resultado del ejercicio del año pasado, los costes financieras de Seat supusieron 26.000 millones de pesetas, una cifra considerablemente superior a las pérdidas totales, que fueron de 22.000 millones de pesetas.

Para el presidente de Seat, la empresa no podrá reflotar...

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El presidente de Seat, Juan Miguel Antoñanzas, pidió públicamente ayer id Instituto Nacional de Industria (INI) 55.000 millones de pesetas para capitalizar la sociedad. Para Antoñanzas, esa es la única posibilidad para que, de acuerdo con su plan estratégico, la empresa automovilística obtenga beneficios en 1985. Según el resultado del ejercicio del año pasado, los costes financieras de Seat supusieron 26.000 millones de pesetas, una cifra considerablemente superior a las pérdidas totales, que fueron de 22.000 millones de pesetas.

Para el presidente de Seat, la empresa no podrá reflotarse sin una cantidad próxima a 55.000 millones de pesetas, destinadas a la recapitalización. Esa es la cifra que Seat ha pedido al INI y que espera que esté contemplada en los Presupuestos de 1984. Las pérdidas en los balances de los últimos años superan ampliamente esa cantidad, y todo parece indicar que este año se cerrará con un balance negativo de unos 22.000 millones de pesetas -similar al del ejercicio anterior-. No será hasta 1984 cuando se reduzca considerablemente la cifra de pérdidas, para conseguir beneficios en 1985.Según el plan estratégico de Seat, el cash-flow (beneficios más amortizaciones), que era negativo durante los últimos años, será positivo en 1984 en una cuantía próxima a 3.500 millones de pesetas. Este cambio se producirá en la segunda mitad del año, cuando comience la producción en la factoría de Landaben (Pamplona) del nuevo Volkswagen Polo. Un año después, cuan do la producción esté estabilizada en tomo a las 400.000 unidades anuales, el cash-flow subirá hasta 13.000 millones de pesetas, para ascender hasta 20.000 millones de pesetas en 1986, siempre según el plan estratégico.

La cifra de inversiones prevista por Seat para los próximos cinco años está situada entre 80.000 y 100.000 millones de pesetas, con una cantidad estabilizada cada año del orden de los 16.000 millones. Estas inversiones estarán destinadas, fundamentalmente, al producto y no a nuevas instalaciones.

El plan estratégico de Seat contempla que la empresa tenga tres ramas de producción. La primera de ellas, la de los productos de tecnología Fiat, destinados al mercado interior y a la exportación a la red de la multinacional italiana; la segunda, la de los coches Volkswagen, 50.000 de los cuales serán exportados a la red de la multinacional alemana y, el resto, destinados al mercado doméstico; la tercera rama estará formada por los productos de tecnología propia.

Los primeros modelos de esta tercera rama son derivados de los respectivos originales de Fiat, mientras que, a partir de la primavera, Seat contará con coches de tecnología enteramente propia. Los proyectos, denominados S-1 -que se instalará entre el Fura y el Ronda- y S-3 -sustituto del 131-, están ya muy avanzados y el costo total de cada uno de ellos supondrá unos 15.000 millones de pesetas.

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