Se disipan las esperanzas sobre una pronta baja de los tipos de interés del dólar

Ha vuelto a cundir la desconfianza en cuanto a que vayan a bajar los tipos de interés del dólar en plazo más o menos corto. El índice M-1, que el viernes día 13 señalaba un incremento de 4.200 millones en el volumen de la oferta monetaria, mantuvo su impacto en el decurso de toda la presente semana, proporcionando al dólar una firmeza que lo pondría en sus más altos niveles del último trimestre, según informa Drexel, Burnham & Lambert. Como si se tratara de una carrera de relevos, a ello han seguido los rumores en torno a otro incrementadísimo M-1: se habla de un aumento entre los 2.000 y los ...

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Ha vuelto a cundir la desconfianza en cuanto a que vayan a bajar los tipos de interés del dólar en plazo más o menos corto. El índice M-1, que el viernes día 13 señalaba un incremento de 4.200 millones en el volumen de la oferta monetaria, mantuvo su impacto en el decurso de toda la presente semana, proporcionando al dólar una firmeza que lo pondría en sus más altos niveles del último trimestre, según informa Drexel, Burnham & Lambert. Como si se tratara de una carrera de relevos, a ello han seguido los rumores en torno a otro incrementadísimo M-1: se habla de un aumento entre los 2.000 y los 4.000 millones.No falta quien sospeche que quienes han levantado prematuramente la liebre (al margen de que luego la realidad venga a darles la razón) sea¡) los cazadores furtivos de la especulación dólar-bajista, que pretenderían abonar el terreno para una cómoda toma de posiciones, cortas (ventas a plazo), confiando en que el dólar no vaya a mantener su actual privilegiada situación.

Según Preston Martin, vicepresidente de la Reserva Federal, los tipos de interés, en sus actuales altos niveles, están por encima de lo que conviene a una sólida recuperación económica y que no hay que hacer excesivo caso a los M-1 como medida de la oferta monetaria (y, en consecuencia, del ritmo inflacionario), puesto que tales índices semanales se ven falseados por momentáneos factores de distorsión y que, por tanto, no implican cuál vaya a ser la ulterior inmediata política en materia crediticia.

Sin embargo, al margen de los puntos de enfoque de Preston Martin, el hecho es que el consenso de la opinión mayoritaria se muestra, en bolsas y mercados, a favor de un mantenimiento de los tipos de interés. Es decir, más acorde con Volcker, actual presidente de la Reserva Federal, quien recientemente ha señalado que un déficit de tan gigantescas proporciones como las del presupuesto norteamericano (con lo que implica de recurso al ahorro de las instituciones y de los particulares) reduce al mínimo las probabilidades de baja en los tipos de interés.

Esa postura se ha reflojado en las tangibles bajas que han experimentado esta semana los valores de renta fija y los títulos industriales y de servicios en Wall Street

El índice Dow Jones cerró, por primera vez desde el 25,de abril, por debajo del nivel psicológico de soporte de 1.200. La tan esperada corrección, según Shearson, está empezando a manifestarse en forma racional, pausada y ordenada. Los volúmenes de contratación disminuyen durante las fases de realización de beneficios. El mercado está, pues, en fase de reajuste o, para ser más exactos, Wall Street está digiriendo las subidas récord registradas en los meses pasados.

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