17 guardias civiles, acusados de estar implicados en el contrabando de tabaco

Las investigaciones promovidas por el jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra han implicado a 17 guardias civiles, destacados en varios puntos de aquella provincia, como presuntos cómplices en diversos delitos de contrabando. Según confirmó ayer el Gobierno Civil de Pontevedra, entre los implicados figuran los nueve números del puesto de Cuntis, seis del subsector de Tráfico de Pontevedra y dos del cuartel de Cambados. Como consecuencia de las investigaciones que se llevan a cabo, el número de guardias civiles envueltos en estas presuntas actividades de contrabando podría lleg...

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Las investigaciones promovidas por el jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra han implicado a 17 guardias civiles, destacados en varios puntos de aquella provincia, como presuntos cómplices en diversos delitos de contrabando. Según confirmó ayer el Gobierno Civil de Pontevedra, entre los implicados figuran los nueve números del puesto de Cuntis, seis del subsector de Tráfico de Pontevedra y dos del cuartel de Cambados. Como consecuencia de las investigaciones que se llevan a cabo, el número de guardias civiles envueltos en estas presuntas actividades de contrabando podría llegar a 29.

La Dirección General de la Guardia Civil es la primera interesada en que se esclarezca totalmente la supuesta participación de miembros del cuerpo en el contrabando de tabaco en Pontevedra, según informó ayer a Europa Press el comandante Iravedra, de la oficina de prensa de la Guardia Civil. "Fueron los propios servicios de la Guardia Civil", añadió el comandante, "quienes detectaron estas supuestas anomalías. Se procedió, después de las primeras informaciones, a nombrar un juez para averiguar todas las responsabilidades que hubiera".La apertura de la investigación promovida por la Guardia Civil se remonta a la toma de posesión, el pasado mes de febrero, del jefe de la comandancia de Pontevedra, teniente coronel Pascual Navarro, quien realizó las visitas habituales de reconocimiento a todos los cuarteles y puestos de su jurisdicción.

Durante estas visitas, el teniente coronel observó con extrañeza que algunos guardias vivían muy por encima de sus posibilidades reales. Esto, unido a los rumores que habían llegado hasta el teniente coronel -en el sentido de posible connivencia entre parte de la Guardia Civil y los contrabandistas-, así como la comprobación de las mínimas aprehensiones que se realizaban en proporción con los dispositivos de vigilancia de que se disponía, motivó la puesta en marcha de este plan.

Entre las anécdotas que se cuentan al respecto figura la de un guardia civil que, al despedirse del mando que visitaba el cuartel, montó en un Mercedes valorado en cerca de tres millones de pesetas, con la consiguiente perplejidad de su superior, que utilizaba para sus traslados un modesto Seat 127.

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