Portugal retiene un carguero con bandera española por 'maniobras sospechosas'

El carguero Guarnizo, con bandera española, se encuentra retenido, desde el pasado miércoles en el puerto de Setúbal, al sur de Lisboa. El barco, de 490 toneladas, registrado en el puerto de Santander, llamó la atención de las autoridades marítimas portuguesas por maniobras sospechosas junto a la costa y fue inspeccionado cuando estaba cerca del puerto de Sesimbra.Las anomalías registradas a bordo llevaron a la detención del barco, que fue conducido bajo escolta hasta el puerto de Setúbal. El Guarnizo, que salió del puerto de La Coruña el pasado 3 de mayo, carece de cualqu...

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El carguero Guarnizo, con bandera española, se encuentra retenido, desde el pasado miércoles en el puerto de Setúbal, al sur de Lisboa. El barco, de 490 toneladas, registrado en el puerto de Santander, llamó la atención de las autoridades marítimas portuguesas por maniobras sospechosas junto a la costa y fue inspeccionado cuando estaba cerca del puerto de Sesimbra.Las anomalías registradas a bordo llevaron a la detención del barco, que fue conducido bajo escolta hasta el puerto de Setúbal. El Guarnizo, que salió del puerto de La Coruña el pasado 3 de mayo, carece de cualquier documentación legal y ninguno de los seis tripulantes encontrados a bordo está legalmente inscrito como marinero. Llevan únicamente pasaportes, siendo dos de ellos españoles, dos chilenos, un brasileño y un portugués. El barco no tiene comandante y, según las autoridades del puerto de Setubal, la tripulación afirmó que el capitán había huido en compañía de varias personas que se encontraban en el carguero, no se sabe si en calidad de tripulantes o de pasajeros clandestinos.

Un documento encontrado a bordo atribuye la propiedad del Guarnizo a Ignacio Vela Laguiña, armador de Santander. Pero las primeras informaciones conseguidas por el cónsul de España en Setúbal no coinciden ni acerca del nombre del armador, ni acerca del puerto de registro, que sería en La Coruña.

La comandancia del puerto de Setúbal ordenó el secuestro del carguero por violación de frontera y múltiples infracciones a las leyes internacionales sobre navegación marítima, en tanto que las autoridades portuguesas tratan de averiguar el motivo de la presencia del barco junto a la costa. Las sospechas se orientan hacia un caso de contrabando, aunque no se descarte que el Guarnizo haya desembarcado pasajeros clandestinos. Los propietarios del barco disponen de un plazo de tres días para hacer valer sus derechos.

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