Tribuna:

Sobran Madrid y Barça

Sería una medida profiláctica para el baloncesto que Real Madrid y Barga desaparecieran de la Liga. Sin ellos este deporte podría reconducirse hacia caminos de equidad. Las incomprensiones y las rabietas han llevado a un callejón sin salida. Primero, hubo boicoteo de todos al Barcelona; resuelto el problema, ahora es el Madrid el que se niega a enfrentarse al equipo azulgrana. Tenemos, pues, las semifinales coperas en el aire.Ambos clubes tienen razones para poner pies en pared de cuando en cuando, pero por las mismas circunstancias pasan otros de menor entidad y no tienen más remedio que agua...

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Sería una medida profiláctica para el baloncesto que Real Madrid y Barga desaparecieran de la Liga. Sin ellos este deporte podría reconducirse hacia caminos de equidad. Las incomprensiones y las rabietas han llevado a un callejón sin salida. Primero, hubo boicoteo de todos al Barcelona; resuelto el problema, ahora es el Madrid el que se niega a enfrentarse al equipo azulgrana. Tenemos, pues, las semifinales coperas en el aire.Ambos clubes tienen razones para poner pies en pared de cuando en cuando, pero por las mismas circunstancias pasan otros de menor entidad y no tienen más remedio que aguantarse. Al margen de los celos mal reprimidos de Núñez y de las ventajas de que ha gozado el Madrid con Televisión Española, el baloncesto español, por querer ser imagen de los grandes, se ha metido ya en los desatinos futbolísticos.

Para Barça y Madrid, el baloncesto es un déficit que se enjuga con el fútbol. Para los restantes clubes de Primera División no hay tal posibilidad, y se quieren meter en el baile de dos extranjeros y unas fichas cada vez más escandalosas. No se pueden pagar millones a deportistas que convocan en las canchas escasos centenares de espectadores.

Para que la Liga no sea cosa de dos se pretende una reforma fantasmagórica. Se corre el riesgo de que al final únicamente queden con vida Madrid y Barcelona. Sin ellos habría menos imitadores de Núñez y de De Carlos en el baloncesto. El mimetismo lleva a la ruina.

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