Crítica:El cine en la pequeña pantalla

El mundo de la moda

No era Fred Astaire en 1957 el galán capaz de hacer verosímil su romance con la joven Audrey Hepburn, pero supo adaptarse a tal dificultad dramática y, sobre todo, mantener su vieja magia de bailarín en algunos de los números musicales compuestos fundamentalmente por Gershwin. La partitura de esta película, que llevó al cine Stanley Donen y que fue seleccionada para varios oscar de aquel año, se inspiró en distintas obras. Por un lado, en el original Funny Face, de 1927; de otro, en la obra de Leonard Greshe, Wedding Day, no estrenada jamás; finalmente, en la biografía del...

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No era Fred Astaire en 1957 el galán capaz de hacer verosímil su romance con la joven Audrey Hepburn, pero supo adaptarse a tal dificultad dramática y, sobre todo, mantener su vieja magia de bailarín en algunos de los números musicales compuestos fundamentalmente por Gershwin. La partitura de esta película, que llevó al cine Stanley Donen y que fue seleccionada para varios oscar de aquel año, se inspiró en distintas obras. Por un lado, en el original Funny Face, de 1927; de otro, en la obra de Leonard Greshe, Wedding Day, no estrenada jamás; finalmente, en la biografía del fotógrafo Richard Avedon, a quien parece imitar Astaire en su aventura de transformar en famosa modelo a una joven existencialista.Parece que debido a esta última referencia, el propio Avenon consintió en colaborar en la filmación, aportando sus conocimientos al empleo del sistema Panavisión, que será desgraciadamente recortado en su emisión televisiva de mañana. El conjunto de música, actores y ambientación supuso la continuación de la escuela de Arthur Freed, en cuyas filas aprendión Stanley Donen, director también de Cantando bajo la lluvia, Un día en Nueva York y Siete novias para siete hermanos.

Una cara con ángel se emite mañana a las 23.10 por la primera cadena.

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