Los acreedores de ERT demandan un mayor compromiso de la Administración

Los representantes de los bancos extranjeros acreedores de Unión Explosivos Río Tinto (ERT) demandaron ayer, durante una reunión celebrada con los máximos dirigentes de la compañía, un compromiso explícito por parte del Gobierno en el plan de reestructuración de esta empresa, y un plazo para el estudio y renegociación de las deudas de ERT de tres meses, a partir del próximo 30 de marzo, fecha inicialmente estimada para que los nuevos administradores y su equipo asesor presentasen las conclusiones sobre la situación de la empresa y sus posibilidades de futuro.Los acreedores bancarios, en genera...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los representantes de los bancos extranjeros acreedores de Unión Explosivos Río Tinto (ERT) demandaron ayer, durante una reunión celebrada con los máximos dirigentes de la compañía, un compromiso explícito por parte del Gobierno en el plan de reestructuración de esta empresa, y un plazo para el estudio y renegociación de las deudas de ERT de tres meses, a partir del próximo 30 de marzo, fecha inicialmente estimada para que los nuevos administradores y su equipo asesor presentasen las conclusiones sobre la situación de la empresa y sus posibilidades de futuro.Los acreedores bancarios, en general, no se han mostrado muy satisfechos del contenido del proyecto de plan de reestructuración de ERT, presentado por los nuevos administradores, que capitanea José María Escondrillas. Según medios próximos a la compañía, esta actitud se considera normal, "sobre todo si se tiene en cuenta que el plan representa un importante sacrificio para las entidades de depósito acreedoras de ERT".

Por el momento, han sido las entidades extranjeras las que han corrido con el mayor peso de las críticas al plan, llegando alguno de sus representantes a calificarlo de casi una burla. A pesar de que las duras condiciones que se plantean afectan por igual a la totalidad de los acreedores bancarios, la banca española mantiene una actitud más cauta y reservada, que ha sido interpretada en diversos medios como una mezcla de prudencia -las más importantes de estas entidades están representadas en el consejo de administración de ERT- y un deseo de evitar desgastes inútiles, por lo que dejan a los bancos extranjeros cargar con la parte más importante de las críticas.

Capacidad de negociación

Las observaciones más importantes que presentaron ayer los representantes de las entidades componentes del comité de seguimiento de la renegociación de la deuda de Explosivos (steering committee) se centraron en la necesidad de que el nuevo comité que surja tras la reunión de la totalidad de los acreedores, el próximo 17 de marzo, tenga una capacidad de negociación real; que se establezca un período máximo, antes de alcanzar un acuerdo definitivo, de tres meses a partir del próximo día 31, y que durante el nuevo período de negociaciones ERT satisfaga intereses al mismo ritmo que ha venido atendiéndolos, lo que podría representar una carga financiera adicional a las estimaciones previstas, del orden de los 5.000 millones de pesetas.Una de las demandas del comité de seguimiento sería posiblemente que el Gobierno realizase un gesto que viniese a demostrar su interés y buena voluntad en conseguir una solución a los problemas de Unión Explosivos Rio Tinto. Algunos medios dan por seguro que los acreedores verían con simpatía el que la Administración avalase las líneas de descuento que, por un importe de 10.000 millones de pesetas, la compañía tiene intención de solicitar para los próximos tres meses.

Archivado En