Fuerte aumento de la tensión laboral en Portugal

El IV Congreso Nacional de la CGTP (Confederación General de Trabajadores Portugueses), la mayor central sindical portuguesa, coincide con un fuerte incremento de las tensiones laborales. Desde hace más de un mes, una serie de paros de las empresas públicas y de transportes (metro, autobuses, ferrocarriles y transportes interurbanos por carretera) están afectando gravemente la vida diaria de los portugueses, principalmente de los habitantes de las grandes ciudades.

El movimiento huelguístico se extiende también a otros sectores, como la banca y la siderurgia, que han iniciado o anunciad...

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El IV Congreso Nacional de la CGTP (Confederación General de Trabajadores Portugueses), la mayor central sindical portuguesa, coincide con un fuerte incremento de las tensiones laborales. Desde hace más de un mes, una serie de paros de las empresas públicas y de transportes (metro, autobuses, ferrocarriles y transportes interurbanos por carretera) están afectando gravemente la vida diaria de los portugueses, principalmente de los habitantes de las grandes ciudades.

El movimiento huelguístico se extiende también a otros sectores, como la banca y la siderurgia, que han iniciado o anunciado paros y movilizaciones, coincidiendo con la época anual de revisión de los convenios colectivos. En este caso la situación se presenta más conflictiva debido a la crisis política y a la proximidad de las elecciones generales del 25 de abril próximo. El Gobierno dimisionario de Pinto Balsemáo hizo aprobar, antes de la disolución del Parlamento, un decreto fijando en el 7% el límite de los aumentos de salarios autorizados en 1983, cuando la inflación para 1982 alcanzó el 23%.El techo salarial, mal aceptado por la patronal que considera que la fijación de un máximo funciona como base mínima para las reivindicaciones sindicales, está siendo fuertemente contestado por las dos centrales sindicales portuguesas -la CGTP, mayoritariamente comunista, y la UGT, socialista-socialdemócrata. Para las dos centrales, el Gobierno carece de autoridad política para imponer semejante medida de reducción de los salarios reales, y que toda negociación deberá hacerse con el Ejecutivo que saldrá de las elecciones de abril. Los sindicatos han escogido el sector público como terreno de lucha para hacer saltar el techo salarial.

En este clima de tensión se está desarrollando el congreso de la CGTP, con la participación de 1.200 delegados, cerca de cuatrocientos invitados y numerosas delegaciones extranjeras. La confederación, que incluye 215 sindicatos y afirma representar a 1.500.000 trabajadores, escogió simbólicamente para celebrar su congreso la fecha aniversario del 12 de marzo de 1975, en que se decretó la nacionalización de la banca, de los seguros, de los transportes y de cerca del 70% de la economía portuguesa.

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