"El católico no tiene forzosamente que recluirse en partidos de derechas", afirma Díaz Merchán

"No creo que el católico tenga forzosamente que recluirse en partidos de derechas, porque los partidos de derechas presentan también graves inconvenientes a la conciencia cristiana", ha afirmado el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Gabino Díaz Merchán, que el próximo día 24 cumplirá dos años de permanencia en dicho puesto. Díaz Merchán emprendió ayer viaje a Nueva York (Estados Unidos).

A su juicio la contraposición efectuada en torno al millonario voto recibido por el PSOE y el multitudinario recibimiento ofrendado al Papa, se debe a que "ha habido muchos católicos que h...

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"No creo que el católico tenga forzosamente que recluirse en partidos de derechas, porque los partidos de derechas presentan también graves inconvenientes a la conciencia cristiana", ha afirmado el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Gabino Díaz Merchán, que el próximo día 24 cumplirá dos años de permanencia en dicho puesto. Díaz Merchán emprendió ayer viaje a Nueva York (Estados Unidos).

A su juicio la contraposición efectuada en torno al millonario voto recibido por el PSOE y el multitudinario recibimiento ofrendado al Papa, se debe a que "ha habido muchos católicos que han votado al PSOE, pero ello no significa una aceptación íntegra de su programa". "El cristiano que se encuentra ante la situación de entregar su voto a un partido o unos políticos para una legislatura, en caso de no abstenerse, tiene que optar y entonces se ve forzado a elegir lo que a él le parece mejor, aunque eso que le parece mejor tenga serios inconvenientes", afirmó."El voto a favor del PSOE ha sido, en muchos cristianos, un voto a la esperanza y a los apectos que les parecían positivos del programa, lo que no suponía echarse a la espalda su condición de cristianos", agregó. "Pero no admito", prosiguió bíaz Merchán, "que el voto al PSOE equivalga a un voto al aborto. Poseo testimonios de gente, tanto creyentes como no creyentes, que dicen que han votado al PSOE y consideran el aborto una.monstruosidad".

Sobre si se ha producido una variación con respecto a gobiernos anteriores en las relaciones del Ejecutivo con la Iglesia, el presidente de la Conferencia Episcopal Española manifestó que "es pronto todavía para decirlo. Hasta ahora esas relaciones podrían calificarse de protocolarias. Todavía no se han establecido las relaciones que son normales entre un gobierno y la Iglesia". "Hay que advertir", matizó, "que las relaciones en el sentido fuerte de la palabra están ya ordenadas por los acuerdos entre la Iglesia y el Estado, que son acuerdos que no son los de un partido en el poder, sino del Estado español", y destacó la pública aceptación de los mismos por parte del PSOE.

No obstante, precisó que "en el momento crítico en que se está desarrollando una mentalización a gran escala en contra de lo que consideramos muy importante en la moral cristiana, como es el respeto a la vida de los no nacidos, en estos momentos, digo, esas relaciones que son obligadas en la vida de la Iglesia con el Gobierno de la nación, podrían ser malinterpretadas, como si fueran un pacto do ut des, o sea, doy para que transijas".

Acerca de si era partidario de la existencia de partidos de inspiración cristiana, manifestó que "¡ojalá! lo fueran todos. No creo que la inspiración cristiana sea incompatible con ningún partido, a no ser que el partido se estrúcture como un dogma antirreligioso. Ahora bien, partidos de inspiración cristiana no quiere decir partidos confesionales".

"A los partidos que se presentan explícitamente como partidos de inspiración cristiana yo les pediría dos cosas: que no se presenten como el único partido de inspiración cristiana, porque eso sería manipular la religión a su favor y que la inspiración cristiana sea completa, no sólo en unas materia?.

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También manifestó respecto a la petición de que los obispos sean nativos de las comunidades autónomas a las que:sean destinados, precisó "llevado a ese límite no lo considero bueno, porque es poner un veto a unas personas para que no puedan ser obispos dentro de su propio Estado". "Esto es muy grave", añadió Díaz Merchán, "y a la larga puede empobrecer mucho a la Iglesia. Creo que las personas sensatas no es esto lo que defienden, sino una sintonización del obispo con los problemas sociales y culturales de la comunidad a la que va, por eso, yo valoro más que el lugar del nacimiento, su capacidad de asimilación de la cultura, su conocimiento del idioma y su apertura del espíritu, porque pueden darse casos de nativos que sean contrasignos de la cultura de sus propios pueblos".

"Por otra parte", agregó, "hay que tener en cuenta la pluralidad del pueblo como resultado de la población emigrante. También ha de sujetarse a ese pueblo y a esa cultura".

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